Capítulo I: Ojos verdes

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¿Qué hay más allá de la muerte?

De aquella muerte en la que todos suponen que tu alma descansa en paz. Lo que menos deseaba era convertirse en un fantasma y estar sufriendo una vida eterna de soledad. No sabía quién había dicho que la muerte no era dolorosa. No sabia si era muerte, pero el dolor de su cuello desangrándose, el ardor y la picazón de esa zona de su piel, su boca botando sangre porque se estaba filtrando internamente en su cuello y el veneno de aquella serpiente estaba haciendo que su cuerpo se entumeciera y sus pulmones quisiera dejar de respirar.

"Mírame" esos ojos verdes de la mujer que más amo en su vida, que fue su luz aún es sus peores momentos de oscuridad, la misma mujer que le había rechazado con toda razón y la misma a la que le causó la muerte sin quererlo.

Una vida a lado de esa mujer fue su sueño, pero cuando vio que esa mirada que tanto anhelaba ya la tenía otro no pudo lidiar con el resentimiento y las malas decisiones. Cuando vio a ese niño con esos ojos su tortura fue mayor, porque ese era el recordatorio constante de que ella lo amaba tanto que dolía, saber que nunca fue suficiente para vivir algo así. Ese... niño era tan idiota como su padre, solo Merlín sabe los pensamientos que rondan por la cabeza de aquel niño que se pone al borde de la muerte año a año. Pero que mal se siente cuando esos ojos lo miran con odio, porque le recordaban los peores momentos que tuvo con ella.

Cerro los ojos pensando que ya al fin toda la farsa de vida que había tenido había acabado.

Un fuerte pitido resonó en su cabeza con centrándose en su oreja derecha, su rostro se arrugó o eso creyó que hacía. Un picor no molestoso en su cuerpo como césped traspasando su ropa, un leve rastro de olor dulzón y desagradable a alcohol, suciedad y vejez, un olor que no creyó volver a oler.

—Sev. —Un débil jaloneo en sus brazos junto con una voz suave y fina fue lo que necesitó para abrir rápidamente los ojos. El ardor del impacto por ver el sol directo lo hizo cerrar y necesitó un tiempo para acostumbrase a ello—. ¿Tampoco pudiste dormir bien anoche?

—Lily —salió su voz en un susurro asombrado y vio los ojos verdes más hermosos que jamás podrían haber existido. Vio a una niña de 11 años, sabia que tenía esa edad porque verla en un hermoso vestido blanco con un estampado de flores pequeñas era de sus recuerdos favoritos.

Así que esta era su muerte, un purgatorio en sus mejores memorias. Vivir como marioneta realmente fue una buena vida para tener una muerte tan preciosa como esta.

—No quise levantarte, pero la sombra del árbol ya no nos estaba cubriendo, te ibas a asolear. —Su mirada mostraba arrepentimiento, culpa y pena, que ella me tuviera pena no era de sus cosas preferidas.

—Esta bien, gracias. —Me recogí y nos movimos hacia la parte que más sombra tenia aquel viejo árbol que nos encantaba visitar, incluso se podría visualizar una "S y L por siempre" rayado en el tallo del árbol de aquel parque. No habían más símbolos, solo ese mensaje. Fue un promesa de amistad, una promesa que nunca se cumplió.

—No te preocupes, cuando ingresemos a Hogwarts podrás dormir sin tener que lidiar con todos esos problemas de tu familia. —Severus se quedó extrañado con esta frase. Era un recuerdo, de eso estaba seguro. Fue un día antes de entrar al colegio de magia y hechicera, pero de alguna forma se sentía tan real-. Estoy muy emocionada, ya solo nos queda un día para entrar.

Nunca le contó a Lilly de los reales problemas que afrontaba en su casa. En la hilandera, las casas eran muy cercanas, pero nadie se metía en los asuntos de nadie, era muy común ver distintos escenarios de violencia y gritos. Por lo que cuando ella le preguntó la razón de sus inmsomios solo se limitó a decir que eran problemas de adultos en su casa.

Esos ojos (Snirius)Where stories live. Discover now