_ hoy cenaremos en la piscina _ dice Sam
_ esta bien...
Ella me llevo de la mano hasta la mesa donde estaba la cena servida
_ Sam en que momento preparaste esto?
_ no lo hice, solo lo pedí mientras dormías y decore con ayuda de Jim.
_ entiendo...
En la mesa había alcohol, por lo cual mi mirada se centro en la botella.
_ tranquila, el alcohol es solo para mi...
_ yo quiero...
_ que?
_ quiero un poco Sam...
_ esta bien...
Ella toma la botella y me sirve un poco de su licor, la comi casi ni la tocamos, solo nos miramos, ella se sorprendió al ver como tome mi trago, necesitaba valor y lo tome fondo blanco
_ no es la primera vez que tomo...
_ esta bien Mon, solo con calma.
_ quieres nadar?
_ que?
_ matamoros a la piscina...
_ debe de estar helada.
_ solo entra Sam...
Sam sin decir nada y de la manera menos sexy se dio un clavado, cuando salio me miro, parecía un pollito toda mojada, yo sabia que el agua estaba helada y me moría de ganas por calentarla, aunque no sabia como hacerlo.
_ muero de ganas por besarte Sam...
Note como Sam se saborea los labios y solo se queda mirando come poco a poco voy acercándome cada vez más a ella, sin decir y sin preguntar nada, la tomo del cuello y la beso, era un beso tierno, dulce y apasionado el cual se estaba volviendo muy intenso, yo la apoye contra la pared de la piscina y deje que pasara lo que tenia que pasar.
_ no se si sea un sueño pero no te detengas Mon... _ si respiración agitada me estaba excitando.
_ solo deja que pase...
_ creo que deberíamos entrar mejor...
Ella me tomo de la mano y me ayudo a salir de la piscina...
_ Sam no podemos entrar así a la casa...
Sam se acerco y comenzó quitarme, acariciaba mis piernas y besaba mi cuello, quitarle su ropa era fácil, pero yo quería que cada parte de su cuerpo quedara grabado en mi memoria, así que me di mi tiempo para desnudarla. La tome del brazo y la lleve hasta el sillón de la sala...
_ no creo poder aguantar más para llegar a la habitación...
_ Mon...
_ no digas nada...
No se como, pero ya me había imaginado esta escena, la ayude acostarse al sillón, le di un beso en los labios y mientras bajaba, muy lentamente, besaba cada parte de su cuerpo, estar en medio de sus piernas era la gloria, escucharla decir mi nombre entre gemidos era como escuchar tocar ángeles, su piel era tan suave, mis dedos entraban y salían tan fácil de su vagina, Sam era como un río húmedo y caliente, era algo que no quería dejar de hacer.
