LED | YEONGYU

Epílogo ; yeonjun y beomgyu

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Habían pasado unos 6 meses desde que Yeonjun y Beomgyu hablaron por primera vez, desde ese momento los chicos hablaron todos los días. Beomgyu ya no tenía ese vacío de soledad, no desde que Yeonjun le presentó a sus amigos, los mayores se encariñaron muchísimo con el menor, lo protegían y lo cuidaban como a un bebé, eso hacía que Beomgyu se sintiera amado.
¿Y qué hay de su autoestima? Yeonjun siempre le recordaba al menor lo hermoso, precioso, bonito e inteligente que era, no había un solo día en que no se lo dijera. Eso hizo que Beomgyu se valorara más a sí mismo.

Las notas de Beomgyu mejoraban cada vez más puesto que contaba con la ayuda del mayor, aunque no lo pareciera, Yeonjun era increíblemente inteligente.

Parecían una pareja realmente hermosa pero lo cierto es que aún ni siquiera habían tenido su primera cita, querían tomarse el tiempo necesario para conocerse, aunque si algún día alguno de los dos le pedía salir al otro, la respuesta ya estaba clara.

Habían organizado una cita, su primera cita, quedaron en encontrarse en un restaurante que estaba por el centro.

— Gyunnie, ¿ya estás listo?—no era una sorpresa para nadie que cada uno pasara gran parte de su tiempo en el apartamento del otro, Yeonjun llamó al menor desde el baño, estaba poniéndose gomina, hoy quería intentar algo nuevo probando a peinarse hacia atrás, le quedaba verdaderamente bien.

— ¡Sí, aquí estoy!—el pequeño se acercó al marco de la puerta del baño, dejando al mayor boquiabierto. Beomgyu se había puesto unos jeans negros y una camisa blanca junto con un jersey sin mangas. La adorabilidad nunca podía faltar en Choi Beomgyu.

— Ay, Gyunnie. ¡Ven aquí!—el mayor apretaba los mofletes del pequeño, Beomgyu tan solo se dejaba por ser Yeonjun quién se lo hacía.

Una vez le soltó, habló.— Hala, hyung. ¡Estás muy guapo!— siempre había tenido amor por ese tipo de peinados.

— Lo sé.—Yeonjun llevó dos dedos a su mandíbula, haciendo un pose. Beomgyu le dió un pequeño golpecito en el hombro al mayor.

— ¡No vaciles de tu belleza frente a mí!—Beomgyu hizo un puchero a lo que Yeonjun rió acariciándole el pelo, haciendo que el menor se sonrojara.

— Gyunnie.

— ¿Sí, hyung?

— ...¿Puedo besarte?—Yeonjun se fue acercando lentamente al menor, pero este le detuvo.

— P-Pero, hyung... Habíamos dicho que los besos los aplazaríamos hasta que salieramos oficialmente cómo pareja.—Beomgyu se lo pensó por unos segundos al ver los ojos de cachorrito que había puesto su amado.—...Pero solo uno, ¡y pequeñito!

Yeonjun sonrió alegremente como un perrito al que le acababan de dar un premio.

Puso sus manos en la mandíbula del contrario, acorralando poco a poco al menor en la pared de aquel baño. Beomgyu cerró sus ojos esperando a que el toque de sus labios con los del mayor se hiciera presente y, al sentirlo, no supo qué hacer.

Beomgyu soltó un pequeño gemido cuando Yeonjun intentó introducir su lengua en su cavidad bucal, parando el beso.

— E-Espera, hyung... Se suponía que iba a ser un beso pequeño...

— Shh, déjate llevar.—El mayor volvió nuevamente a besar al menor, comenzando una guerra de lenguas.

Beomgyu temblaba, a lo que Yeonjun puso su rodilla entre sus piernas para que se apoyara.