No lo haría, pero agradecía tenerlos vivos, tenerlos junto a él a pesar de todo.

Salió de la tienda y se sentó un poco más allá, cerca de una fogata que compartía junto a otras personas y familias, elevó su mirada hasta el cielo, vio la luna llena y las estrellas que les alumbraba aquella noche y entonces un recuerdo lo envolvió en un sentimiento de culpa y nostalgia.

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Aquella noche Jungkook volvía del trabajo, había prometido llegar temprano porque su esposo cumplía años y querían celebrarlo juntos en casa con una deliciosa cena y películas. Entonces apenas su turno terminó, corrió a casa.

Cuando llegó no vio a su esposo por ninguna parte, se dirigió a la habitación en donde se quitó su ropa de trabajo y escuchó un ruido en el baño, ahí estaba su amado, sentado en el suelo, llorando con una sonrisa en el rostro, Taehyung algo confundido lo mira y Jungkook le entrega un pequeño sobre de papel.

-¿Qué es?- preguntó el castaño nervioso llevando su mirada hasta aquel papel.

-El resultado dio positivo, seremos padres Taehyung - murmuró Jungkook sollozando de felicidad, se acerca para abrazar a su esposo después.

-Dios mio, Jungkook. - Taehyung llora también de felicidad abrazando y besando a su adorado esposo. -No puedo creerlo, te amo - Lo besa una y otra vez.

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Aquel recuerdo lo deja con un sentimiento amargo, llevándolo a sentirse aún más culpable de romper la bonita relación que tenía con Jungkook, había sido un verdadero imbécil, había destruido a su familia.

Un par de lágrimas se deslizan por sus mejillas y las quita de inmediato cuando una pequeña personita se para frente a él y lo mira con una sonrisa curiosa.

-¿Usted es el papá de Daeyang?- Le pregunta el niño pequeño.

-¡Beomgyu ven aquí!- la voz regañadora de la mujer se escucha y el pequeño la mira enojado y se va donde ella.

-Sí, yo soy su padre. Él está en la tienda con su otro papá - Taehyung sonríe amablemente y la madre del niño lo mira.

-Señor Kim, no puedo creer que estén aquí. - la mujer se acerca y Taehyung puede notar en el rostro de aquella la tristeza. - ¿Están todos bien? Me alegra mucho encontrarlos - Solloza la mujer.

-Me alegra también saber que están bien - Taehyung les dice una vez más sonriéndoles.

Taehyung decidió quedarse un rato más afuera, sin embargo, el frío lo obligaba a querer ir a la tienda y recostarse un poco, así que se levantó de su lugar y se marchó, cuando entró vio a casi todos ya tirados en las colchonetas, algunos dormían, otros conversando en voz baja y otros simplemente lloraban al no tener respuestas de todo lo que había pasado durante el día, continúo caminando por entre la gente hasta llegar al pequeño rincón donde su ex pareja se había acomodado junto a su hijo.

Durante todo el trayecto Jungkook no le dirigió la palabra y eso lo tenía un poco dolido aunque lo entendía, después de todo lo que había pasado no esperaba que Jungkook fuera corriendo a sus brazos proclamando su amor, no, merecía todo el odio y mucho más.

Sin decir nada se agachó para luego sentarse en una de las colchonetas que estaba desocupada, se quitó los zapatos, por fin podía descansar sus pies.

Antes de que todo se volviera un caos, había trabajado en el hospital por tres noches seguidas sin descanso.

A unos pocos centímetros estaba Jungkook durmiendo abrazando a su pequeño, sus rostros se veían tan tranquilos que ni siquiera demostraban lo cansado y preocupados que estaban después de todo lo que había pasado horas atrás.

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