Soy el único quién necesitas

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Advertencia: Vi0lación

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Adrienne Gauthier era el nombre de la hija de puta de la maestra que tienes en la preparatoria. Esa mujer aparentaba ser un hada del bosque pero, al mínimo error, si ella tenía que humillar a alguien, lo hacía.

Cómo lo hace constantemente contigo.

-¿Acaso no escuchas cuando hablo?- pregunta viendote con desprecio -¡Lo he explicado la clase pasada!- exclamó entre dientes -...Dime, ¿Tienes algún problema en tu cabeza?-

Parecía disfrutar de cómo verte indefensa, sí, delante de todos tus compañeros de clase quienes, se murmuraban entre ellos e incluso se reían en voz baja mientras te encontrabas siendo humillada por una pequeña equivocación en tu trabajo de investigación.

Sentías latir fuertemente tu corazón, querías llorar, no creías que merecías esto, ¿O sí? Es decir, tu madre es otra persona que constantemente te recuerda lo inútil que eres además de compararte con algún hijo prodigio de alguna de sus amigas…

-¿Has entendido lo que he dicho?- preguntó buscando alguna respuesta de tu parte, tú solo afirmaste con la cabeza -Muy bien, alumnos, así el error que ha cometido la alumna ______ no debe suceder…-

¿Cuál era la necesidad de volver a remarcar lo sucedido? ¿Esa mujer tenía algún retraso? ¿No se ha percatado que todos tus compañeros han sido espectadores de tu humillación?

No entendías cómo otros estudiantes de años anteriores han dicho que esta maestra era genial, ¿En qué sentido? ¿En ser una puta mierda? ¡Sí! ¿Por qué tengo la mala suerte de cruzarme con maestros así?

Luego de que ella terminará de “aniquilarte”, la clase siguió cómo si nada, la maestra Gauthier se dedicaba a ayudar solo a tus compañeros, ya que, tú no eras ninguna relevancia hacia ella. Esperabas que algún compañero se acercará a preguntarte o que te diera ánimos para que tú no estés recaída pero, cómo he dicho anteriormente, tú no eras ninguna relevancia.

Al terminar la clase, fuiste a los baños para encerrarte y llorar, hoy no era tu día

-Mi mamá tenía razón…- susurraste para tí misma y respirabas con dificultad -Debo tener algún retraso o algo porque nada me sale bien, me equivocó en todo…- al decir eso último, hundiste tu cabeza en tus brazos

Ahora te encontrabas llorando desconsoladamente en ese piso sucio de ese baño, cerca de ese retrete con un tono amarillo con mugre y a su alrededor, algunas gotas resecas de, vaya a saber qué, se veían cómo de menstruación, pis y otras cosas más.

En esa misma clase, el estudiante, Randal Ivory, también fue espectador de tu problema con esa maestra, él no entendía porque a los demás les daba risa cómo esa vieja de mierda (quién podría tener alrededor de unos 48 años) te trataba así, él te tenía observando de hace tiempo, te amaba aún sin haber entablado alguna conversación contigo, tú no lo sabías… pero eras de él.

Sí, así cómo te lo describo, el muchacho odiaba ver cómo esa mujer o cualquier persona te hiciera sentir menos, ¡No! Tú eres una reina, ¡Su reina! Y nadie tiene el puto derecho de tratarte de esa forma, ¿Qué mierda le pasaba al mundo?

Pero hoy las cosas fueron distintas, hoy fue el día en que las gotas rebalsaron el vaso de agua “¿Tienes algún problema en tu cabeza?” recordó lo que dijo Gauthier, ¿Con qué derecho esa mujer, quién decía ser una maestra, debe decir eso? Por mucho eso es menos profesional y pedagógico pero, ¿Decirlo de esa manera y enfrente de todos los estudiantes? Tal vez a esa vieja le llegó la menopausia, además de que, según se sabe, no tiene esposo ni hijos, se ha percatado que no vivirá siempre… “Bueno, eso último puede ocurrir en cualquier momento” pensaba Randal.

Randal Ivory / 𝙍𝙖𝙣𝙛𝙧𝙚𝙣 🄾🄽🄴 🅂🄷🄾🅃🅂 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora