Nuevos amigos +18

2.9K 109 90
                                    

Habías ingresado en la Universidad dónde comenzarías a estudiar la carrera que habías elegido, en el primer día, no lograste hacer amigos por timidez pero, con el pasar de los días, te integraste a un pequeño grupo de amigos. Uno de ellos es Randal, un muchacho delgado, cabello pelirrojo de apariencia endurecido, lentes enormes y casi siempre vestía de lo que parece un uniforme japonés que usan los varones pero, pocas veces, se lo veía con otro tipo de ropa.

Desde que te integraste con ellos, él te trabaja con la mejor buena onda contigo pero en Instagram y WhatsApp hacía un intento de querer ligarte pero solo tú lo evadías. Te resultaba un poco incómodo, no había pasado un mes desde que se conocieron pero, cómo te encontrabas aburrida, empezaste a seguirle el juego, te encantaba pero no sentías nada por él, si tú le gustabas, ese era su problema, no el tuyo;

-Iré al baño, luego te veo en clase- el pelirrojo te sonrió y se dirigió a dicho lugar, tú te quedaste quieta pensando en lo que habías decidido era buena o mala idea. ¡Al carajo! Fuiste lentamente detrás suyo con la idea de poder entrar allí

Por suerte, fuiste muy cautelosa y lograste entrar con éxito (ni siquiera había un alma allí). Esperaste cerca del lavatorio, rogabas por muy dentro tuyo que no entrará alguien, querías lograr tu cometido

-______, ¿Qué haces aquí?- preguntó el de lentes saliendo del baño, levantándose los pantalones -Este es el baño de los hombres- te miró con un gesto extraño, tú le sonreíste simpática

-Eso lo sé- te fuiste acercando más hacía él- Entra de nuevo en el baño- respondiste autoritaria, él te miró confundido

-¿Qué?- preguntó en un susurro, creería que lo que escuchó lo decía en broma

-Dije que entres otra vez al baño- en cada palabra, fuiste acercándote hasta que sus cuerpos quedaron pegados y tú mirándole los ojos (él era más alto que tú)

El muchacho entro nuevamente de forma tímida y al darse la vuelta para preguntarte porque están allí los dos juntos, te tiraste encima de él para devorar esos labios. Estabas cansada de qué en los mensajes él te diga las cosas que te haría cuando estuviera a solas pero tampoco se presentaba la oportunidad, era ahora o nunca. Si bien, solo ibas a jugar con él y no llegar a más, lograrías disfrutarlo cómo nunca.

Randal te abrazó mientras se besaban pero, poco a poco, sus manos bajarían hasta manosearte con desesperación el culo. Sentiste que él corría lentamente tu tanga (ese día habías llevado una falda) para introducir un dedo en ti. Gemiste, estabas esperando que esto sucediera, mientras penetraba lentamente casi masajeando tu vagina, él te callaba tus gemidos a los besos.

-Resultaste ser un travieso, Ivory- sonreíste pícara, sacaste violentamente su mano de tu vagina para que tú pudieras desabrochar su pantalón y encontrarte con su apetecible pene. -Qué lindo que se ve- susurraste, lo tomaste con tu mano, empezaste a moverlo cómo jugando con él, el pelirrojo solo gemía casi en susurros

Comenzaste con leves caricias, luego fuiste aumentando los movimientos con tus manos, ritmos circulares, incluso en un momento te agachaste para darle besos en la cabecita y lamer de forma rápida en ese lugar. Cuando te levantaste, seguiste aumentando mucho más esos movimientos, el pelirrojo no entendía cómo es que tu mano era tan maravillosa, ¡Deseaba que ambos estén en su cuarto para cogerte!

En solo pensar en cómo te haría suya, logró que acabará en tu mano; semen viscoso, lo sentiste caliente, además había acabado mucho. Te sentías orgullosa, tú saliste primero para no levantar sospechas (por suerte, no había nadie en los pasillos) estabas muerta de la felicidad porque después de clases, te invitó a pasar la noche con él en su cuarto.

Randal Ivory / 𝙍𝙖𝙣𝙛𝙧𝙚𝙣 🄾🄽🄴 🅂🄷🄾🅃🅂 Where stories live. Discover now