Oliver
Estaba esperando a la pareja de prometidos en la sala de mis padres.
Mamá me miraba con una sonrisa en la cara, ya me estaba comenzando a asustar un poco, llevaba así un rato.
—¿Ocurre algo, cariño?—preguntó papá entrando en la sala.
—Es que estoy muy feliz—papá la miró expectante—. Oliver saldrá con Audrey y Nik.
—¿Salir en qué manera?—preguntó preocupado.
—Como amigos, obviamente, cariño.
Me quise reír.
No sabía que los amigos se besaban, esa vocecita resonó en mi cabeza.
Papá me sonrió, y supervisó que tomara mi medicación, luego se despidió de ambos y salió hacia su despacho, porque si, le gustaba trabajar los domingo por la mañana.
Estaba ansioso, bastante ansioso. Nunca en mi vida había salido con una pareja, y menos que estuvieran comprometidos. Anoche cuando ya estaba acostado mi mente comenzó a maquinar. No sabía cómo sentirme.
Digo, ellos son pareja, y yo sería su amante.
¿Cómo iba a funcionar esto?
¿Ya lo habrían intentado alguna vez?
¿Qué sucedería cuando estén casados?
Mi mente proyectaba a futuro, ni siquiera sabía si esto duraría o siquiera funcionaría.
Además, no sabía que Nik fuera bisexual.
¿Él me follaría? ¿Lo follaría yo?
Nunca antes me habían follado, ni siquiera yo había follado a un hombre, solo había follado mujeres a lo largo de mi vida. Hace poco descubrí mi bisexualidad. Sí, me había besado con unos cuantos hombres, pero no había llegado a más que unos toqueteos por encima de la ropa.
Así que si, en mi lado gay era un total inexperto.
—Bebé—la voz de mamá me trajo a la realidad. La miré, ella estaba parada junto a los causantes de mi inquietud.
Me sonrojo un poco, ¿cuándo habían llegado?
Carraspeo, sintiéndome fuera de lugar. Me paro de la silla como puedo. Hoy había cambiado mi vendaje en la parte de mis costillas, por ende estaba más ajustado, lo que impedía que tuviera tanta movilidad.
Me acerco a ellos y los saludo con cierta incomodidad, no sabía cómo actuar luego de que nos besáramos.
Mamá nos acompañó a la salida, y cuando me estaba subiendo en el coche de la pareja, obviamente con ayuda de Nik, sentí como mi progenitora les ordenó a la pareja comprometida que me cuidaran, y que a la hora del almuerzo me recordaran tomar mis medicamentos.
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Mejor de a tres que de a dos [Próximamente]
Teen FictionOliver Harris a sus 22 años lo ha tenido todo, menos suerte en el amor. Su vida siempre ha sido fácil, ha tenido una familia que le ha dado todo. Cuando su padre decide cederle el puesto en su empresa de modas, Oliver deberá ponerse al corriente de...