⸻ Abre la boca - Pidió, meneando una cuchara frente el rostro de Kurapika.
El rubio abrió la boca continuando su lectura, asimismo Yuuki le dio de comer en la boquita como sí fuese un bebé.
Sin duda, Kurapika se ganó la lotería al enamorarse de un aspirante a Cheff.
Todos los días Yuuki traía consigo una porción de sus prácticas, las cuáles últimamente eran postres, y hoy no era la excepción. Está vez trajo consigo una rebanada de pastel de chocolate con fresas encima, hubiese deseado traer más, pero sus compañeros de equipo eran unos hambreados sin límites.
La combinación de fresas y chocolate era exquisita. Quizás en un pastel detonaria un sabor intensamente dulce para algunos paladares, pero valía la pena al menos un pedazo.
⸻ ¿Rico? - Le preguntó esperando por su atención.
Kurapika asintió ligeramente, pero ésto no fue suficiente para complacer al albino.
Dejó la cuchara sobre el plató, seguido de tomar el libro y cerrarlo, atrayendo así el interés de su novio.
⸻ Mírame - Ordenó, dándole un golpecito en la cabeza con el libro - Estás peor que Leorio.
De los tres podría decir que Leorio estudiaba la carrera más complicada: Medicina. Y juraba nunca haberlo visto tan esmerado en sus estudios y proyectos al nivel de Kurapika.
Desde su perspectiva, la carrera de psicología no era tan difícil. Incluso se atrevería a decir que era la más fácil de su universidad.
⸻ Lo lamentó - Murmuró el Kuruta, frotando suavemente la zona golpeada.
Yuukiteru leyó el título del ejemplar, tal cuál lo pensó se trataba de psicología, nada fuera de lo común. Hojeo las páginas notando varios párrafos destacados con marcatextos además de notas adhesivas llenas de apuntes.
Mientras leía sintió un par de brazos rodear su cuerpo con firmeza. Kurapika lo acurrucó, dejándolo curiosear sus anotaciones mientras se tomaba la libertad de seguir comiendo hasta terminarse el postre.
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⸻ Y ahora dice que siente maripositas en la panza y todo eso - Comentó la ceniza siendo cargada de caballito por nada más ni menos que Killua.
⸻ Aún me cuesta creer que ese es nuestro Yuuki - Murmuró Leorio mirando de lejos a la parejita.
Nunca pensó ver al albino mayor parecer un niño pequeño en busca de amor, era irreal. Usualmente estaba de mal humor y cada vez que le ponían una mano encima soltaba manotazos a diestra y siniestra.
⸻ El amor cambia a las personas - Declaró Gon, basándose no sólo en los argumentos de su tía sobre el amor, si no también en el claro ejemplo que tenían enfrente.
