8

10 0 0
                                    

El Riverside Café, bañado por el tenue resplandor de las luces de neón, se convirtió en un lugar de encuentro clandestino para Leon S. Kennedy y Chris Redfield. Cuando Leon entró, encontró a Chris sentado en una mesa de la esquina, con una determinación férrea en su mirada. Para sorpresa de Leon, Piers Nivans, un firme aliado en la lucha contra el bioterrorismo, se sentó junto a Chris y su expresión reflejaba la gravedad de la situación.

—Leon—, saludó Chris, su voz era un murmullo bajo. —Siéntate. Necesitamos hablar.

Inclinándose hacia adelante, Chris fijó su mirada penetrante en Leon. —¿Qué viste en las instalaciones abandonadas de Umbrella?

León vaciló, su mente procesando las implicaciones de la pregunta. —Estaba vacío. Completamente abandonado.

Los ojos de Chris se clavaron en los de Leon, buscando matices en su respuesta. —¿Recibiste algún indicio de que alguien había estado allí recientemente?"

El silencio de León flotaba en el aire, un pesado reconocimiento de las complejidades tácitas que rodearon el incidente. Antes de que Leon pudiera formular una respuesta, Piers sacó una computadora portátil de su mochila, la colocó sobre la mesa y la abrió con un movimiento rápido.

—Hemos estado monitoreando el área como parte de nuestro protocolo de seguridad—, explicó Piers. —Eche un vistazo a este metraje de una cámara que instalamos allí.

Mientras se reproducía el vídeo, los pasillos abandonados de las instalaciones de Umbrella cobraron vida en la pantalla del portátil. Ada Wong, una figura familiar en el mundo del bioterrorismo, apareció junto a un grupo de personas. Llevaban un cuerpo envuelto en un sudario y se movían con un propósito que aumentaba la intriga.

La mirada de Chris permaneció fija en Leon, esperando una reacción. Las imágenes revelaron una operación clandestina, lo que generó dudas sobre lo que ocurrió dentro de las instalaciones aparentemente desiertas. La participación de Ada y las acciones del misterioso grupo alimentaron una sensación de urgencia.

León, lidiando con las implicaciones de las imágenes, finalmente habló. —No vi nada de esto. Las instalaciones estaban desiertas cuando estuve allí.

La expresión de Chris se endureció y una férrea resolución se apoderó de él. —Necesitamos descubrir qué está pasando. La participación de Ada nunca es una buena señal.

La relación entre Chris Redfield y Ada Wong era un tapiz tejido con hilos de desconfianza, objetivos contradictorios y el amargo residuo de una historia compartida dentro del complejo panorama del bioterrorismo.

Desde los primeros días de sus encuentros, Ada había operado en las sombras, una figura enigmática con motivos esquivos. Sus lealtades, si se las podía llamar así, eran tan pasajeras como el viento. Chris, un agente incondicional de la B.S.A.A., se encontró cruzándose repetidamente con Ada, y cada encuentro revelaba la intrincada danza de alianzas y traiciones.

La propensión de Ada al secretismo y la manipulación se convirtió en una fuente de frustración para Chris. Su capacidad para navegar por las turbias aguas del espionaje y el espionaje con una asombrosa delicadeza alimentó una sensación de inquietud en su interior. Sus misiones conflictivas, que a menudo se superponían con la búsqueda de amenazas de armas biológicas, convirtieron cada encuentro en un delicado equilibrio de cooperación y sospecha.

Las cicatrices de acontecimientos pasados ​​tensaron aún más su relación. La participación de Ada en la destrucción de Raccoon City, el dolor que causó y los posteriores incidentes bioterroristas dejaron un sabor amargo en la boca de Chris. Las pérdidas que sufrió se atribuyeron, en parte, a la oscura presencia de Ada, hecho que alimentó la animosidad entre ellos.

El punto de inflexión llegó cuando el equipo de Chris sufrió una pérdida devastadora, un evento traumático que le impactó profundamente. En la búsqueda de justicia y venganza, Chris se encontró en curso de colisión con Ada. Su participación en los acontecimientos que condujeron a la tragedia alimentó el desdén de Chris, y su dolor se transformó en una ira hirviente hacia la enigmática mujer que parecía sortear ilesa los peligros del bioterrorismo.

Sus enfrentamientos estuvieron marcados por la hostilidad y el deseo mutuo de superar al otro. La capacidad de Ada para eludir a Chris y la B.S.A.A., junto con la ambigüedad que rodea sus verdaderas intenciones, se convirtió en una fuente de frustración implacable para el experimentado capitán. Las sombras de la traición, ya sea real o percibida, ensombrecen sus interacciones.

La percepción que Chris tenía de Ada evolucionó de ser una aliada esquiva a ser una constante espina clavada en su costado. Sus acciones, veladas por capas de intriga, alimentaron una narrativa de traición que profundizó la animosidad entre ellos. Ada, aparentemente indiferente al precio que sus acciones le cobraron a Chris, continuó operando en las sombras, dejando tras de sí un rastro de preguntas sin respuesta y agravios sin resolver.

La fractura en la relación entre Leon S. Kennedy y Chris Redfield tuvo sus raíces en un momento decisivo, un incidente que ensombreció su alguna vez inquebrantable camaradería. El catalizador de esta cepa surgió de una fuente inesperada: Ada Wong.

El punto de ruptura llegó cuando León, impulsado por un sentimiento de lealtad hacia Ada y tal vez por una conexión persistente forjada en el crisol de encuentros pasados, decidió estar a su lado. Su decisión de defender las acciones de Ada, de verla como algo más que una simple antagonista, tensó irrevocablemente los vínculos entre Leon y Chris.

Chris, obligado por un firme compromiso con la B.S.A.A. y un deseo de justicia, no podía comprender la defensa de Ada por parte de León. El choque ideológico, junto con el peso emocional de las pérdidas y traiciones pasadas, creó una ruptura que estropeó su amistad, que alguna vez fue sólida. La lealtad de Leon hacia Ada se convirtió en una brecha, abriendo una brecha entre él y Chris que alteraría la dinámica de su relación.

Las consecuencias de este suceso dejaron cicatrices en ambos lados. Leon, atrapado entre su deber como agente y su conexión personal con Ada, se encontró aislado de la camaradería que alguna vez compartió con Chris. Chris, agobiado por el peso de la desconfianza y el sentimiento de traición, se distanció de Leon y los muros entre ellos se solidificaron con cada misión que pasaba.

La expresión severa de Chris traicionó un atisbo de escepticismo, una acusación silenciosa que flotaba en el aire. Leon, consciente de los sutiles matices de su tensa relación, sintió el peso de las insinuaciones de Chris. Los acontecimientos que rodearon las instalaciones abandonadas de Umbrella y Ada Wong persistieron como un espectro, arrojando dudas sobre los cimientos mismos de su camaradería.

Cuando Chris abordó el tema, con palabras cuidadosamente escogidas, León sintió la acusación tácita debajo de la superficie.

La mandíbula de Leon se tensó, su mente se apresuró a navegar por el delicado equilibrio entre la verdad y las complejidades de su conexión con Ada. Él la había protegido antes, había creído en ella cuando otros cuestionaban sus motivos, pero ahora, frente al escepticismo de Chris, la lealtad que una vez los había unido se sentía como un arma de doble filo.

—No tuve nada que ver con eso, Chris—, respondió Leon, su voz firme pero teñida con un toque de frustración. —Puede que la haya defendido en el pasado, pero no sabía nada de los acontecimientos en las instalaciones. Estuve allí y estaba vacío.

La mirada de Chris permaneció inquebrantable, el escepticismo persistió en las líneas de su expresión. El vínculo que había capeado numerosas tormentas afrontaba ahora su prueba más importante. León, lidiando con el peso de la acusación, reconoció la magnitud de la tensión que se había infiltrado en su relación.

Un profundo suspiro escapó de los labios de Chris Redfield, las líneas de tensión grabadas en su rostro se relajaron momentáneamente.

—Mira, Leon—, comenzó Chris, con tono cansado, —no sé cuál es tu trato con Ada, pero hay algo raro en ella. No puedo garantizar su seguridad si la B.S.A.A se entera de su participación en lo que pasó en esas instalaciones.

Leon, absorbiendo la advertencia de Chris, asintió solemnemente. Ahora tenía ante sí los territorios inexplorados de la investigación de la participación de Ada, una tarea que conllevaba el peso tanto del deber profesional como de la lealtad personal.

You've reached the end of published parts.

⏰ Last updated: May 01 ⏰

Add this story to your Library to get notified about new parts!

Entre Dos Mundos. Where stories live. Discover now