El otro hermano

Capítulo número nueve

Avisos: James y Lily vivos, Harry tiene un gemelo.

Universo alterno

Capítulo 9

Algo estaba sucediendo y podría decirse, que "eso" no era completamente bueno. Esos eran los pensamientos de James Potter, en el mismo instante que su hijo se había quitado por completo su capa de la invisibilidad y dejaba a la visión de todos, a una bebé que no tendría más de un año.

¿Quién era la criatura? ¿De quién era y por qué su hijo la traía consigo? Por un instante había pensado en el bebé que supuestamente Ginny y su hijo, Harry habían tenido... pero el infante se supone que se encontraba bajo las manos de Voldemort, ¿o no? Y tendría más de un año, no como aquella que tenía frente a sus ojos.

–Te he traído algo que tenías perdido –Harry sonrió ampliamente.

–¿Qué? ¿De que me estás ha...?

–Bueno, es algo que perdimos ambos hace más de un año.

Esas habían sido el cambio de palabras que habían tenido uno de sus hijos y su antigua nuera, para dar paso a la aparición de la criatura. Su hijo había mencionado que era aquello que habían perdido hace más de un año, pero esa criatura no podía ser su nieta. Era demasiado pequeña y delgada y no representaba más allá del año.

La jovencita Weasley se había puesto a llorar, aunque para no despertar a la bebé se tapaba la boca intentando aplacar sus sollozos. Pudo ver por el rabillo del ojo como sus dos amigos se removían incomodos. Apenas comenzaban a acostumbrarse de que Charles no era el elegido y...volteó a mirar a su hijo, este se encontraba tenso y con los puños fuertemente cerrados. Sus nudillos estaban blancos. Sacó su varita de uno de sus bolsillos y miró a sus mejores amigos haciéndoles una pequeña seña para que observaran al gemelo. Ambos asintieron; en caso de cualquier cosa, tendrían que sostener al muchacho. Apenas comenzaban a acostumbrarse de que Charles no era el elegido y que su alma gemela no era la joven, como para que de la nada apareciera la prueba viviente de ello: una hija nacida de Ginny con Harry.

–Harry...–era la voz de su mujer la que se había escuchado como un susurro.

El muchacho dejó la bebé, que aún seguía dormida, en brazos de Ginny (quien la miró con devoción y la arrulló), para luego voltearse hasta donde se encontraban. Tenía la mirada decidida. Él sonrió, su hijo por fin se estaba convirtiendo en un verdadero hombre. Sintió pena por Charles, que diferentes eran sus hijos.

–Mamá...

–¿Cómo lo has hecho? Esa niña no puede ser tu hija...–la mujer estaba perpleja.

–Es ella, mamá. ¿No la has visto? Es igual a mi y a Ginny –A Harry le brillaron los ojos al decirlo.

–Pero... claro, eres el padre...puedes sentir esa conexión, no obstante...está pequeña, nadie puede asegurarte que sea ella –A Lily se le habían cristalizado los ojos. –Comprendo tu dolor y el de Ginny al no poder encontrar a su hijo, pero debes tener cuidado...

–Podría ser una trampa. ¿Cómo la has encontrado? –esta vez había hablado él. Tenía un montón de preguntas por hacer, aunque no deseaba incomodar a su hijo.

–En realidad, no fue por casualidad que la encontré...me adentré en la carpa más grande, que se supone es la de Voldemort...y cuando pensaba regresar porque no lograba encontrarla, escuché su llanto... estaba detrás de un espejo la habitación y por ello, me costó tanto hallarla. Cuando logré sacarla, ya que estaba sola, no lloró...seguramente nadie ha sido amable con ella antes...y por ello pude traerla hasta aquí. Inclusive se quedó dormida. Miren, sé que quizás sospechen de que no es ella, de que es una trampa, pero es mi hija...lo sé, lo supe en cuanto me miró.