Un inmenso odió e irá lo consumía, era la sombra de su familia, jamás pudo destacarse por ellos, pero ahora que era alguien en el mundo, lo regresan a las sombras y alejarlo, no iba permitir eso, el era superior a todos los demás, es el Duque y el s...
"¡No es justo, yo soy el duque, debo ser el Loud más especial de todos!"
"Y aún con eso usted es la sombra de sus hermanas"
"Eso es lo que siempre pasá..."
"Es doloroso ver cómo sin importar sus esfuerzos para destacar, lo olvidan por su demás familia"
"¡Exacto, usted me entiende!"
"Hay que buscar algo para que tenga la atención que sueña ¿No es así?"
"Eso es lo que deseo..."
"Yo tengo algo en mente Duque, solo necesito su permiso para comentarle"
"¡Lo que sea necesario, adelante Morag!"
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Un sentimiento de irá y rencor consumía al único hijo de la familia Loud, no solo sus hermanas lo opacaron de nuevo, si no que Morag se había aprovechado de la situación convirtiéndose en la nueva Duquesa, no lo permitirá, el será el Duque deEscocia.
Su plan para derrotarla fallo al momento de estrecharse con una de las paredes del castillo, le costaba recuperar la consciencia para seguir con otro plan, sentía su cuerpo pesado y al fin descansar, solo pudo escuchar gritos de unas voces familiares, siendo calladas al instante por un pisotón fuerte con una voz reconocible, aquella que arruinó su reinado y quería tener lo que el apreciaba más, con todo el esfuerzo que aún poseía, se levantó decidido a terminar y reclamar su reinado.
- ¡Ahora prepárense para dejar de ser Loud!
Esas fueron las últimas palabras de la Duquesa Morag antes de ordenar con la piedra del dragón a la criatura "Lela" de la familia acabarlos con su fuego, pero eso sería interrumpido por una tacleada del peliblanco provocando que soltará el artefacto, con esta última oportunidad corre a la dirección de la piedra y terminar con esto.
Morag se daría cuenta de la situación e intentaría conseguirlo, aún con eso no lograría con ese cometido trás ver al ex Duque con el artefacto en sus manos con una mirada de rencor, un miedo se apoderaba en su cuerpo imaginando escenarios no tan favorables, más cuando pudo notar unos pequeños rayos morados en sus ojos.
- ¿Sabes algo, Morag? Fue agradable tener aquella pequeña plática sobre mi situación - Se acerca lentamente a ella. - ¡Pero nunca perdonaré que arruinaras mi momento!
Todos los presentes podían sentir la furia que emanaba, cada uno mostraba su preocupación llamándolo repentinamente para saber de su estado, sin saber que retumbaba como campana en la cabeza del Peliblanco quien intentaba ignorarlos, pero cada vez esa furia crecía más por todos los que estaban presenté recordando todo lo malo que pasó, así que en un arrebato de ira indica la ubicación de Morag con el artefacto.
