Gruñe molesto antes de retirarse a su habitación donde mamá, o mejor conocida como Irene debe dormir. Miro a Sandy quien sus lagrimas ahora caen en silencio, me acerco a ella agarrándola por los hombros hasta llevarla al pequeño cuarto de baño, la siento en la bañera y busco las cosas para curar su quemadura. Tenia suerte de que no fuera nada grave.

—Debiste esperarme—la regañe molesta untándole crema para quemaduras con cuidado, mi hermana seguía derramando lagrimas antes de mirarme. 

—Es que te veías cansada y solo quería hacer algo lindo por ti.

Mire sus ojos celestes quien seguían repletos de lágrimas, no podía enojarme demasiado con Sandy, ella siempre quería ayudar aun cuando sabe que no debe hacerlo. Tras ponerle la crema comencé a vendar su mano con cuidado, debería escribirle a la escuela alguna excusa para que no vinieran a ver el lugar no apto para niños en el que viviamos. Limpie sus lagrimas mientras la miraba.

—No te preocupes por mi, ¿si? Tu ve a la escuela, anota tus cosas y pórtate bien para que Greg e Irene no se enojen contigo, ¿bien? Yo los cuido a ustedes.

—¿Y quien te cuida a ti?

Esa fue una pregunta que decidí no responder, bese su coronilla y le acomode los mechones oscuros con cuidado para peinarla mientras la veía. 

—Anda, busca a Freddie y tus cosas, haré un desayuno rápido.

Mi hermana se retira dejándome sola, masajee mi rostro mientras guardaba las cosas antes de verme al espejo. Mi cabello rosa estaba poniéndose demasiado pálido, y mi rostro me devuelve la mirada cansada, saco un poco de maquillaje comenzando a pasarme el delineador por los ojos y algo de brillo rosa por los labios. Una vez echo voy a la cocina limpiando la suciedad del suelo y sirvo bouls con cereal para que comamos.

Hago una mueca al ver las facturas de la luz y del agua con aviso de que si no pagábamos pronto nos iban a cortar el servicio. Miro la hora en el reloj que hice en clase de tecnología a los doce años, era lo mas colorido de esta casa. Era circular, con el fondo lila y flores blancas simulando ser margaritas.

—Busca tus cosas, vamos Sandy.

Me calce mis zapatillas y coloque la mochila en mis hombros. Armo una pequeña mochila para Freddie mientras lo alzo, seria un homicidio dejar a Freddie solo en una casa con dos adultos irresponsables y donde uno parece estar con un humor de mierda. Mi hermanito se aferra a mi cuerpo mientras salimos de nuestra casa.

Vivimos en un complejo lleno de casas rodantes, la mayoría son de personas que vienen de paso, algunas son de personas que al igual que nosotros no tienen de otras que vivir en esas condiciones, pocos son los solteros o solteras que disfrutan esa libertad de tener un pequeño espacio donde pueden disfrutar.

Me acerco a la casa rodante que esta a tres de la mia tocando la puerta, fruncí los labios volviendo a golpear mas fuerte.

—Es inútil si quieres que te abra, la vi irse esta mañana algo de que su hijo tuvo un bebe.—dicen en la casa de al lado, me volteo para encontrarlo mientras que él me sonríe. Tenía puesta una remera roja con unos pantalones mientras fumaba un cigarrillo.

Suspire acercándome a él.

—¿Y tu como sabes?

—Soy buen vecino.—contesta fumando mientras seguía sentado. —Hola niños.

Freddie mueve su mano, mientras que Sandy continúa quedándose a mi lado en silencio. Jota me mira con sus ojos oscuros, quiero creer que nos llevábamos bien. Usualmente nos juntábamos bastante a sentarnos y quejarnos de nuestra mala suerte bebiendo una cerveza de vez en cuando, yo fingiendo ignorar su trabajo y él fingiendo ignorar muchas otras cosas.

Shailine & Lunaजहाँ कहानियाँ रहती हैं। अभी खोजें