Parvum Morsu.

Capitulo 2: Secreto.

Observe lo demás que había en el baúl, las carpetas llenas de contactos, personas y lugares que Taylor le había dejado a Matt estaban a un lado de la caja, tome la primera carpeta y cayo la tarjeta de The Silver Dagger.

- ¿Dónde está el anillo, Matt?-

-Aquí- Abrió una pequeña cajita que se encontraba al fondo del baúl y me mostro el anillo perfecto.

Era nuestra oportunidad y aunque no teníamos planeado visitar el club en un tiempo lo mejor que podíamos hacer era tomar las carpetas e investigar un poco más sobre todos los vampiros que se encontraban en ellas y para eso el mejor lugar en el que podríamos investigar era ese.

-Hay que ir a la Daga de plata-Le dije a Matt mientras miraba la dirección del lugar.

***

Al bajar del ático y del cuarto piso me dirigí a mi habitación para leer un poco y relajarme, pasaban de las ocho de la noche pero no tenía hambre con todo lo que había pasado y solo quería tomar un baño, leer para después ir a dormir un poco; poco porque una bruja tampoco necesitaba tanto descanso al igual que los vampiros.

Abrí la puerta, Andrei estaba en medio de la recamará con una gran sonrisa. Gran parte de la felicidad que había estado guardada en mí los últimos dos meses se acumulo al verlo frente a mí después de un largo tiempo.

- ¿Donde estaba la futura señora Craciun?-Pregunto en broma sonriendo aun más, caminó a mí y extendió sus brazos para abrazarme por un buen rato. -Te extrañé tanto Amelia-

-Yo te extrañé mucho más-Conteste mirándolo. -Pensé que no volverías en mucho más tiempo, dime que no te volverás a ir otra vez tan pronto-

-Lamentablemente me iré de nuevo en unos días, aun tengo muchas cosas que hacer en algunos países porque no he terminado de hablar y convencer a todos los jefes. Pero no te preocupes, después de eso me quedaré mucho tiempo para pasar contigo-Contó Andrei para después darme un rápido beso en la mejilla.

-Espero eso acabe pronto-Me pare de puntillas para besarlo. Extrañaba tanto eso y sentirlo de nuevo por alguna razón lo hacía todo mejor, olvidaba los problemas que hubo y sabía que él pensaba lo mismo.

Me cargo un poco y llevo hasta la cama mientras seguía besándome.

-Amelia...-Me llamo.

- ¿Qué pasa?-

-Necesito alimentarme-Lo mire a los ojos, no sabía si podría yo alimentarlo, pero me ofrecí retirando todo mi cabello. -Prometo que no dolerá-.

-Lo sé-Dije sonriendo. Puso su boca hasta casi mi nuca y sentí un pellizco, podía sentir como tragaba mi sangre, después se detuvo.

Recordé entonces el sueño que había tenido hace meses, donde hacía algo parecido aunque de una manera mucho mas extraña. Se sentía bien, no había dolido y me sentía mucho más cerca de él.

Me miro de nuevo y sonrió, por un momento quise saber que pensaba de mí o que era lo que sentía y que pasaba por su cabeza cada vez que escuchaba mi nombre. Pero sabía que no obtendría una respuesta si se lo preguntaba porque era así él, lo diría cuando menos lo esperara y eso estaba bien.

-Hay lugares para nosotros que quiero que conozcas, donde no habrá nadie que sepa de nosotros y podremos hacer lo que queramos. Algún día te llevaré a todos esos lugares-Dijo Andrei de repente.

- ¿Porque dices eso?-Pregunte.

Me miro un momento y se levanto de la cama.

- ¿A donde vas?-