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Jin observó la pantalla de su ordenador, la bandeja de entrada de su correo electrónico estaba vacía, casi; Yong Hwa no había respondido ninguno de sus e-mails, no respondía a sus llamadas y siempre evitaba estar en casa cuando la chica llamaba, tuvo que aceptar la idea de que nunca le perdonaría, pero aún no perdía las esperanzas.

-¡Jin ¡Aquí estás!- Un chico alto, de tez media y cabello negro se acercó a ella cerrando a su paso la puerta de su habitación.

-Yi Fan- La pelinegro apagó su ordenador y observó al chico quién sonreía, en sus manos traía golosinas, Jin rió.

-Llámame Kris, es extraño que aquí todos tengan nombres extranjeros y yo sea el único con un nombre fuera de lo común- Kris tomó asiento en la cama de la pelinegro y abrió un paquete de gomitas.

-¿Cómo es qué te dejan entrar siempre al edificio de las chicas?- Jin extendió su mano y Kris rió mientras entrecerraba los ojos.

-¿Aún no has escuchado quién soy?- Kris ladeó sus labios, Jin negó confundida. -¿Y no te has preguntado por qué todas las chicas te asesinan con la mirada cada vez que estamos juntos?-

-¿Idol? No lo sé, nunca me he preguntado y tampoco les presto mucha atención, estoy acostumbrada, en Seúl las chicas del instituto hacían lo mismo cuando me veían con Yong Hwa- Kris rechinó los dientes con molestia al escuchar su nombre, a pesar de que tenía pocos días conociendo a la chica se sabía de memoria la historia, Yong Hwa era el centro del universo de la pelinegro, y eso, en cierto modo comenzaba a molestarle.

-Wu Yi Fan- Kris dijo su nombre completo mientras ladeaba el rostro. -Todos saben quién soy cuando entran a este Instituto, lo cual es muy tedioso, todas están siempre al tanto de lo que hago.- Kris rodó los ojos con fastidio.

-¿Wu?- Jin intentó recordar de dónde se le hacía conocido, suspiró rendida.

-¡Es increíble Kang Jin Ah! La Directora Wu, el SubDirector Wu, soy el hijo de los directores del Instituto- Entre risas, Kris aventó las gomitas con dirección al rostro de la chica.

-¡Ya!- la pelinegro se sintió tan despistada en aquel momento, Kris seguía riendo mientras llenaba su boca de gomitas.

-¿En serio no sabías?- Cuando su risa paró pudo hablar.

-Soy muy...- Jin suspiró siendo interrumpida por el chico.

-Despistada, quizá.- Kris rió fuertemente, el sonido de un teléfono le hizo callar.

-Señora Jung.- La chica respondió casi de inmediato, su corazón palpitó con fuerza ante las palabras de la mujer.

-Jin...- Kris intentó animarla, su rostro estaba completamente pálido, más de lo que era, sus ojos estaban llenos de lágrimas retenidas, sus labios estaban siendo mordidos para evitar que un sollozo se le escapara.

-Entiendo.- masculló la chica mientras terminaba la llamada.

-Jin...- el chico le miró preocupado, ¿qué había sucedido? JinAh se refugió en sus brazos y allí se desvaneció entre sollozos y lágrimas.

-Yong Hwa...- tartamudeó. -Él..- Kris acarició su cabello mientras intentaba tranquilizarla.

-¿Qué le sucedió?-

-Él quiere casarse...- JinAh volvió a sollozar con fuerza mientras intentaba esconderse y refugiarse en los grandes brazos del chico. -E irse a Japón con su nueva esposa.- finalizó.

-Ese pedazo de estúpido.- Kris cambió el idioma de sus palabras para que la chica no comprendiera, ella era buena en inglés, coreano y chino, pero en otros idiomas no tanto, agradeció aquel hecho pues ahora podía insultar al tal Yong Hwa a como se le diera la gana.
Ella no le dio mucha importancia, pues sus sollozos no disminuían.


-¿Acaso estás demente?- El señor Jung observó a su hijo, de su mano venía aquella chica, Yong Hwa rodó los ojos.

-Ya lo decidí, nos casaremos e iremos a Japón, si quieren venir a la boda pueden hacerlo.- El pelinegro no parecía pensar sus acciones.

-Yong Hwa, hijo... ¿Y Jin? ¿No planeas esperarla?- La señora Jung observó con desagrado a la rubia que yacía a un costado del chico, ella parecía incómoda.

-JinAh no va a regresar.-

-¡Yong Hwa! ¡Piensa en el daño que vas a provocarle!-

-¡Ella no pensó en el daño que me provocó a mi con su partida!- gritó.

-Ella sólo quiere cumplir sus sueños, tu estás sólo en un arranque, Jin regresará pronto, no cometas locuras, Yong Hwa.-

-Ya lo decidí.- aseguró.

-Me opongo a tu decisión.-

-Estás actuando como un tonto.-

-Min, vamos, te llevaré a casa.-

-Yong Hwa, por favor.- Su madre le observó en ruego.

-Quizá... Quizá ya la olvidé.- finalizó tomando fuertemente el brazo de la rubia y saliendo de su propio hogar.


-¿Y no planeas esperarla?- Jung Shin, uno de sus mejores amigos observó el rostro pálido del chico.

-Vine a pedirte que seas padrino no a que me recordaras a Jin Ah- Yong Hwa rodó los ojos.

-Soy tu amigo, Yong... y los amigos siempre están ahí en las buenas y en las malas, te aconsejaré algo... JinAh es la chica a la que amas, JinAh es tu chica favorita, la chica con la que soñaste un día que ibas a casarte, con ella habías planeado tener una familia y tu vida, te aseguro que ella también pensaba en eso.-

-¿Y tú cómo estás seguro de eso? Yo estaba enamorado de ella pero para JinAh sólo era su mejor amigo.- Yong Hwa bufó

-Yong... Todos se dan cuenta de que tan locos están el uno por el otro, tu amas a JinAh y ella te ama a ti... No cometas locuras porque vas a arrepentirte después.-



                 Querido Yong:
Escuché que vas a casarte, ommoni me ha llamado esta tarde, yo... Yo te deseo lo mejor en todo, espero que tu futura esposa sea la chica de la cual siempre me hablaste, ¿Lo recuerdas? Me dijiste que ella era hermosa, lo que más te encantaba de ella era su cabello largo y negro, porque siempre podías jugar con él y llenarte de su olor a coco y fresas, también me dijiste que era más bajita que tú y que podías llegar a besar su frente sin problemas, que amabas sus ojos y su sonrisa pícara, sobre todo las bromas que ella te jugaba.
¿Es ella cierto? Si es ella, entonces sé que la amas mucho y que serás feliz a su lado, te deseo lo mejor, Yong Hwa.

            Te quiere —Jin


Ese fue el e-mail más corto que la chica había escrito, entre recuerdos con su mejor amigo, sus sollozos se intensificaron, ¿Lo había perdido ya? Observó la hora en su pantalla, había abierto su red social y Yong Hwa ahí estaba, la cerró de inmediato antes de ser rechazada automáticamente.

-JinAh... - Yong Hwa suspiró mientras abrazaba el oso de peluche, su olor favorito, coco y fresas, la foto enmarcada en sus brazos y aquella sonrisa. -Todo este tiempo hablé de ti.-

REGRESA. [Jung Yong Hwa] {Mini Fic}Where stories live. Discover now