Parte del grupo

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No sabía cuanto tiempo había pasado desde que salí de la ducha, dejándome caer en la cama, hasta que mi teléfono sonó. Me levanté lentamente con la mano presionando mi abdomen; gesto absurdo que no alivió para nada el dolor que sentía. Salí al salón, tomando el aparato.

-¿Diga? - Pregunté extrañada al no conocer el número que aparecía en la pantalla. -¿Quién es? -Volví a preguntar al no escuchar respuesta.

-¿Eres Oyuki? - Preguntó una voz masculina al otro lado.

-Depende. - Contesté mientras todo mi ser se ponía a la defensiva.

-Si, eres tu. - Afirmó la voz al otro lado. -Así de borde solo puedes ser tu. -

-¿Sabes que eres un capullo, Genji?- Le dije con cierto alivio.

-¿No te has molestado en guardar mi número cuando te lo di antes, cierto? - Me dijo indiferente.

-El teléfono es nuevo, debo haberme equivocado de botón al guardarlo. - Me excusé sabiendo lo estúpida que iba a parecer. Casi podía visualizar la sonrisa incrédula y sarcástica que de seguro tenía en su rostro. -¿Qué quieres? - Contesté sintiéndome algo avergonzada y a la vez molesta por mi propia visión.

-Hemos quedado esta tarde. -Informó el chico.

-¿En serio? ¿Cuando? - Contesté confusa. No recordaba haber quedado con él. De hecho, estaba segura de no haber quedado ni con él ni con ningún descerebrado de Suzuran. Ya tenía que soportarlos en el instituto, ¿por qué habría de querer hacerlo fuera de él?

-Técnicamente nunca. He quedado con Ken y con Tamura esta tarde. Y puesto que te has unido a mi, creo que deberías venir. - Me quedé en silencio. No había pensado en ello en ningún momento. Pelearme con Honjo no era algo que estuviera previsto en mis planes, y que eso ocasionara que yo dirigiera la clase F era una consecuencia aterradoramente impensable. Quisiera o no, estaba hecho. -Vas a venir ¿no? - Me dijo sacándome de mis pensamientos.

-Ahm... claro. - Dije poco convencida. Después de todo, tampoco tenía más opción.

-Bien, hemos quedado a las ocho en la cafetería Nayuta. Te espero allí. - Dijo colgando seguidamente. Suspiré dejando el teléfono de nuevo sobre la mesa antes de volver a la habitación. Abrí el pequeño armario sacando un pantalón de chándal gris y una camisera negra de manga larga. Desenvolví la toalla que cubría mi pelo acercándome al espejo. Suspiré al ver mi reflejo. El pómulo izquierdo estaba totalmente hinchado, enmarcado por un indefinido círculo burdeos que llegaba desde casi la sien hasta el párpado inferior del ojo, extendiéndose por la mejilla. El lado derecho de mi rostro no presentaba ni de lejos mejor aspecto. Mi labio hinchado tenía una costra roja oscura seguida por otro moretón que cubría la parte inferior de mi rostro. No tenía maquillaje suficiente para disimular eso. Resoplé molesta mientras sacaba la ropa interior del cajón. No quería ir a ningún lado. Por un momento me sentí tentada a llamar a Genji para decirle que no contara conmigo pero ya me había metido en el lío, ahora no podía hacer otra cosa que seguir adelante. No podía echarme atrás y lo sabía. Me vestí rápidamente tomando mi bandolera negra y una gorra del mismo gris que mis pantalones. Trencé mi pelo antes de colocármela, dispuesta a salir de casa.

Abrí el portal saliendo a la calle. No di ni dos pasos cuando le vi apoyado en un coche con una pequeña bolsa de frutos secos en la mano.

-¿Podemos hablar? - Puse los ojos en blanco pasando por su lado sin decir nada. Serizawa se incorporó siguiéndome. -En ese caso, yo hablo y tu escuchas. - Dijo colocándose a mi lado caminando junto a mi llevando uno de las pequeñas bolitas a su boca.

-Si te ha enviado Tokyo puedes decirle que le jodan de mi parte. - Repuse caminando más rápido.

-No... En realidad he venido por mi cuenta. - Dijo con calma siguiendo mi paso.

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⏰ Última actualización: Dec 30, 2023 ⏰

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