𝗔𝗥𝗥𝗘𝗕𝗢𝗟 ★ ʙ. ᴘɪᴛᴛ

★chapter four. . . .

chapter four: realization «realización»

DANIELA CORRIÓ HASTA GEORGIA. A pesar de ser mejores amigas, se veían muy poco. Bueno, por ver se veían: en el poco tiempo libre del que Georgia disponía, iba a El Asturiano a ver a Dani, pero igualmente, no era mucho, pues ella estaba trabajando. Le dio un abrazo y después apareció Jacob, al que abrazó ligeramente.

-¿Qué tal, chicos? -ambos respondieron con «Bien» y «Genial»-. Cuanto hacía que no salíamos juntos...

-Y que mejor día que tú cumpleaños, ¿no? -dijo Jacob, divertido.

Georgia soltó una pequeña risita y se volvió a dirijir hacia Daniela.

-Oye, una cosa... ¿Qué hacías tú hablando con ese? -preguntó Georgia con picardía.

-¿Quién? -confusa, Daniela buscó en su mente alguien con quien hubiera estado hablando recientemente.

-El de la gorra...

-Ah, es que... Se ha tropezado conmigo, y me estaba pidiendo disculpas -tranquila, le explicó a su amiga en un breve relato lo que le acababa de pasar-. ¿Sabes? Tenía unos ojos muy parecidos a los de Brad Pitt... -durante unos segundos de silencio, la mente de Daniela se vació mientras pensaba en los ojos azules del chico.

-Pues hay rumores -dijo Georgia, entre misteriosa y divertida-, de que Brad Pitt se encuentra aquí, en Nueva York...

-¿Os imagináis? -Jacob preguntó, con un tono de burla en su voz.

De repente, los tres se quedaron en silencio y se miraron a los ojos, como si los tres hubieran pensado lo mismo al mismo tiempo.

-¡Mira! -Georgia, sin disimulo alguno, señaló a alguien con el dedo-. Ahí está.

-¡Corre! Ve a asegurarte de que sea él.

Daniela, sin hacer caso de lo que su mente le decía (que era «¿Qué coño te esperas? ¿Que sea él? Para de correr»), comenzó a correr hasta llegar a dos metros de él. Ahí, su mente se quedó en blanco. ¿Ahora que hacía? ¿Se acercaba a él, le gritaba? Se decidió y, suavemente, se acercó a él le dio unos golpecitos en el brazo. El chico, que se estaba comiendo un taco, se subió súbitamente la mascarilla mientras se daba la vuelta, pero Daniela logró verlo: era Brad Pitt. No hubo duda. Una emoción empezó a crecer dentro de ella, una emoción que intento disimular.

-¡Hombre! -Brad dijo, medio sorprendido-. Eres tú...

-Si... -Daniela se volvió a quedar en blanco-. Oye... ¿Me darías tu teléfono?

El chico abrió los ojos algo más.

-Em... Bueno -Daniela empezó a arrepentirse en ese momento.-. Vale...

-Ten -Daniela cogió el bolígrafo que por suerte tenía en el bolsillo (del cual no vamos a hablar) y se lo dio-. Apúntamelo en la mano.

Dicho esto, le tendió el dorso de la mano y el empezó a escribir números.

-Muchas gracias -dijo Daniela-. Perdón por las molestias...

-No, no pasa nada -la incomodida antes presente en Brad desapareció-. Por cierto...¿Cómo te llamas?

-Daniela. Daniela Escudero -y le estrechó la mano.

-Encantado Daniela. Yo -dijo con misterio- no te voy a decir el mío.

-¿Ah sí? -el desafiante tono en la voz de Daniela le hizo gracia al chico-. Pues yo sí -el levantó las cejas y una especie de pánico brillo en sus ojos-. Se quién eres, Brad. Pero tranquilo -dijo al ver su expresión-, no tengo porque decirle nada a nadie...

Y, tan rápido como vino, Daniela se fue. No sabía si lo que acababa de hacer era decente, pero le daba igual. Tenía el teléfono de su actor favorito.

575 palabras
Areh 🌿✨