¿Egocéntrico?

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Justo en este momento, frente a mi, está la persona más perfecta que he visto en toda mi vida.

Piel blanca y mejillas rosas, cabellos negros y alborotado, labios carnosos y apetecibles, nariz perfilada y gruesas cejas.

Su manzana de Adán invita al pecado, me llama a gritos pidiendo una mordida, me tienta a saborearla.

Miro hacia arriba y me pierdo, quedo varado en el océano verde esmeralda de sus ojos, su profunda mirada me vuelve adicto y relamo mis labios mientras él me imita.

Su cuerpo está cubierto sólo por su ropa interior y las perforaciones de sus pezones me están seduciendo.

Su exquisito abdomen desnudo reluce por la luz del sol que se cuela por la ventana. Cada centímetro de su piel transmite sensualidad en su máximo esplendor.

Me giro hacia el escritorio a su lado y el reloj me indica que llego tarde a mi cita. Regreso mi vista al espejo y le doy una última mirada a ese majestuoso ser. Una vez vestido me dispongo a salir para deleitar al mundo con mi magnífica perfección.

Recortes de mi AlmaWhere stories live. Discover now