Tomioka aquí de rodillas te pido, que me dejes ser tu esposo y el padre de tu cachorro.
Dejame amarte de nuevo como te mereces.
☆A D V E R T E N C I A S☆
➡Secuela de Husband and Father. Para entender esta obra se recomienda leer el libro antes menci...
(Cada separador indicara de quien es la perspectiva)
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—No me importa tu pasado ni que tu cuerpo haya sido tocado por otro.. Permiteme ser tu esposo y el padre de tu cachorro...—
Desperté agitado de nuevo. Otra vez ese mismo sueño con esa misma frase, no se de donde sale ni por que razón la sueño o que carajos significa. Solo veo imágenes borrosas de lo que parece ser un omega con ropas extrañas con un bebé en brazos; no lograba ver el rostro de ambos pero sentía que los conocía de algún lado.
Pase una de mis manos en mi rostro frustrado, otra maldita noche en vela. Nunca sabia de donde venían o por que carajos soñaba con cosas tan raras, otra veces soñaba que yo combatía criaturas extrañas e incluso soñaba que luchaba por el amor de alguien.
Y todos estos sueños iniciaron cuando conocí al irritable de Tomioka.
Pero todos mis sueños tenia una cosa en común. Una persona con ropas disparejas que cargaba a un bebé. Siempre oía su hermosa risa y la risa infantil del bebé que cargaba, yo quería tenerlos entre mis brazos y nunca soltarlos.
Pero siempre era lo mismo, soñaba, soñaba y cuando iba a revelar aquel rostro que tanto anhelaba ver, yo despertaba y me irritaba al no conocerlo.
Pero hoy fue algo mucho mas extraño. Mi corazón latía con fuerza, mi respiración estaba errática, yo comenzaba a tener una maldita opresión en mi pecho y la desesperante idea de salir a caminar.
Sali de mi cama y comencé a vestirme algo apurado que ni yo mismo sabia el por que. Tanto ruido hice al tropezarme varias veces por apurarme que desperté a Kaburamaru, mi fiel serpiente.
Me puse mi cubrebocas y tome a Kaburamaru para salir a caminar. La opresión en mi pecho se hacia mucho mas fuerte cada que caminaba en una dirección que ni yo mismo conocía y que mis pies se encargaron de llevarme.
Yo caminaba con tanta rapidez que no se que carajos me impulso y comencé a correr como un alma desesperada hacia esa dirección desconocida, Kaburamaru estaba inquieto y parecía que también estaba desesperado por llegar. Estaba desesperado, temblaba y maldecía por no ser más rápido.
