ABOUT LOVE | Checo Pérez.

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Gritos por aquí, gritos por allá, y Ricardo con un fuerte dolor de cabeza, escuchaba con atención a su representada, y no estaba seguro de haber escuchado bien, ¿legal? ¿ella quería tomar el camino legal?
Eso sí lo sorprendió, sin embargo, debido a la presencia de los pilotos, Amelia decidió calmarse y hablar sobre ese tema hasta después, mientras tanto, se ocupó de despedir a los chicos, y de hacerlos lucir decentes mientras salían de su hotel para que al llegar al suyo e irse en sus respectivos vuelos, nadie pudiera decir que se comportaron imprudentes, y ya había preparado una declaración para la prensa sobre el hecho de que se quedaron a dormir con ella, pero, jamás creyó tener que preparar otra, para desmentir su embarazo.

Sergio retrasó su ida lo más que pudo, logrando quedarse solo con Amelia, pues Ricardo se encontraba empacando sus propias cosas para poder irse en el primer vuelo disponible.

—Sé que todo eso del artículo falso es... complicado, pero, no debes preocuparte, lo arreglarás—le sonrió—, yo creo en ti, y si es necesario que alguno de nosotros diga algo, lo haremos.

—Checo...— le regresó la sonrisa, y se acercó a darle un abrazo, el mexicano correspondió de inmediato—, muchas gracias, de verdad, de verdad, muchas gracias. Espero que eso no sea necesario, pero, mil gracias.

Sergio no podía explicar lo que sentía cada que la veía, pero su corazón se aceleraba, sentía que se ponía rojito del rostro, y quería abrazarla otra vez, y otra vez, y toda la vida...

—Oye, Amelia, yo... sé que nos conocemos de hace poco, aunque, tampoco es tan poco si lo piensas, ¡ey qué tal! Hice una especie de trabalenguas, ¿oíste? Bueno como sea, digo, sí es poco tiempo, pero, no tanto, porque estuvimos casi todo un mes juntos en lo de tu video, no, no fue todo el mes, pero casi, y luego en la carrera, y, ya casi es otro mes, y, en realidad no es tan poco tiempo, sabes, ya tiene un ratito que nos conocimos... —comenzó a trabarse él solo, lo que hizo que Amelia sonriera con ternura—bueno, la cosa es que, me pareces una muchacha de verdad hermosa, y no solo por tu físico.

—¿Cómo dices?

Sergio, decidido a dejar atrás el miedo, suspiró y la tomó de los hombros delicadamente.

—Que siento que me estoy enamorando de ti, y no solo es tu físico, es tu interior, es tu alma la que me hace sentir enamorado, eres bellísima por dentro y por fuera, eres... simplemente eres la chica más maravillosa que he conocido.

Amelia se sonrojó a más no poder. ¿Sergio Pérez le estaba diciendo que se estaba enamorando de ella? ¿Cómo pasó todo tan rápido?

—No quiero pedirte que tengamos una relación ahora, sé lo que acabas de pasar con Christopher, y el que se intente aparecer en tu camino no lo hace más fácil, pero... si no vamos a tener una relación ahora, solo quiero que me dejes cortejarte. No estás comprometida a nada, Amelia, pero, en serio, déjame intentar conquistarte.

La mexicana quedó sorprendida. Creyó, desde que comenzó a tratarlo más, que sería ella quien declararía que se sentía algo atraída al piloto, pero, ahora que escuchaba las palabras de Sergio, sentía que tal vez podía ser amada de verdad, y aunque tenía miedo de que pasara lo mismo que con Chris, admitió que no podía seguir viviendo de ese modo, con miedo a amar.

—Claro que sí, Checo—le sonrió—. Pero, debes entender que esto, así como no me compromete a mí, tampoco te compromete a ti. No te sientas obligado a nada, ¿está bien? Y si esto no resulta, no pasa nada, seguiremos siendo amigos.

Sergio asintió con una sonrisa enorme, no importaba si Amelia le daba un discurso entero de que sucedería a futuro si no funcionaba su intento de cortejo, nada le borraría esa sonrisa del rostro. Se encontraba feliz, contento, emocionado, daría todo de él para poder estar con ella.