-Siempre los adultos les cuentan a los niños que la etapa adolescente es maravillosa llena de cosas increible.
Pero...
Donde esta toda esa mierda que nos metieron? porque la adolescencia que yo conozco esta llena de puro olor a depresion y ansied...
—Kim deja eso y ve a la enfermería no te vez muy bien—Dijo quitándome el examen de las manos y a mi nulo intento de quitárselo sentí un mareo abrumador mis párpados pesaban como plomo y mi visión se volvía borrosa mientras luchaba por mantenerme despierto. Cada movimiento se volvía más difícil, como si estuviera arrastrando un peso invisible y finalmente, mi cuerpo cedió ante la fatiga extrema y me desplome, perdiendo la conciencia en un suspiro de rendición ante el agotamiento mental abrumador.
Al reaccionar tenia a mi madre frente a mi con molestia junto a mi padre que lucia un poco mas preocupado.
—Te desmayastes? porque?—.Pregunto mi madre.—Estaba cansado y no pude mas—.Susurre, ella solo hizo un sonido molesta y lanzó su bolso sobre mi.—Te hubieras mantenido despierto! ahora no podrás dar ese examen!—.Exclamó.—Mujer calmate, tu hijo esta mal y tu solo lo regañas—.Dijo mi padre quien intentaba defenderme.—Deja de defender su estupidez, solo quiere llamar la atención como todos los adolescente.
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Después de la reunión de padres no a todos nos había ido bien por lo que había visto en mensajes Seokjin y Jungkook la habían pasado mal pues ellos habían recibido una paliza por parte de sus padres o eso habían dado a entender.
Jimin no se había reportado y Taehyung contó que su padre iba a llevarlo a un psicologo y bueno Hoseok dijo que el seguía en casa de su hermano escondido.
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Suspire y al entrar a mi casa observe como mi madre junto a mi padre se ponían frente a mi con seriedad.
—Ve a la habitación—.Susurro con frialdad aquella mujer.
Asentí con temor mientras me dirigía a la habitación que estaba en el sótano dejando mi maleta en la puerta.
Con miedo bajé las escaleras hasta llegar a esa esquina del sótano , mire todo y sentí como mis lagrimas querían salir.—Te di algún motivo para que llores?—.Preguntó mi madre mientras se sacaba su cinturón.
—No mamá—Dije con la cabeza baja.—Entonces porque lloras? Te daré un motivo por el cual debas llorar—.Dijo cortante para alzar su mano azotando el cinturón en mi espalda.
Un grito desgarrador salió de mi garganta mi piel quemaba del dolor, pero no pude sentir bien el primer dolor pues uno tras otro empezó a llegar a mi espalda.
Mis lágrimas rodaban con fuerza , clavé mis uñas en mis muslos mientras temblaban con dolor pues los cinturonazos dieron por la mayoría de mi cuerpo.
