Perdonenme Soy Omega 2- Jichen

#21

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Todo comenzó cuando Chenle era un pequeño cachorro, su madrastra la Reina Wong lo odiaba, él no sabía porque lo odiaba, tan solo era un pequeño.

Yukhei si hermano mayor era él único que lo amaba, su madre lo abandonó dejándolo sólo en el palacio donde su padre, él solo quería ser perfecto como su padre le gustase que fuese.

Y ser perfecto significaba que debía volverse un Alfa fuerte, luego casarse con un Omega escogido por su padre para crear una alianza política con otro reino igual de poderoso.

—Lele, ¡ven a jugar conmigo!— Yukhei lo llamaba mientras jugaba con un balón junto a los hijos de los empleados.

Chenle estaba emocionado, Yukhei era él único que nunca lo dejaba de lado. Iba corriendo donde se encontraba Yukhei con el balón, estaba con la vista puesta en él y luego su vista se fue para el suelo, cayendo de cara.

—Lo siento niños, Chenle no podrá jugar— habló la reina Wong.

Ella había puesto el pié mientras Chenle corría para que se cayese, todos los niños la habían visto.

—¡Mamá!, ¿porque haces esto?— Yukhei gritó.

El niño fue corriendo a revisar que no estuviese lastimado el menor, la nariz del más pequeño se encontraba sangrando.

Realmente a esa mujer no le agradaban los niños, solo Yukhei. Por supuesto, era su hijo y además era Alfa, y para los ojos de Chenle el mejor Alfa de todos.

Chenle soñaba que cuando él fuese Alfa, le encantaría mucho ser un Alfa como su hermano mayor Yukhei.

Un doctor había venido a ver a Chenle y le había curado las heridas, por qué sí, se había lastimado. Él ahora se encontraba solo en la habitación, completamente solo, sin ninguna compañía excepto los pájaros que cantaban en la ventana de el pequeño.

La puerta se abrió lentamente, era Yukhei quién al entrar dejó la puerta cerrada y se fue a sentar junto a la cama de Chenle.

—¿Como te encuentras Lele?

—Estoy mejor.

—Realmente no me agrada mamá cuando es así contigo, porfavor disculpala, ella es buena, solo que parece guardarte rencor, debe ser porque no eres hijo de ella, aunque eso no debe de molestarte, tú y yo siempre seremos hermanos a pesar de no tener la misma madre.

—Aún así, no me gustaría ser hijo de tu madre, ella es mala conmigo.

Chenle ya mostraba un semblante triste pero Yukhei solo le acaricia el cabello despeinandolo.

—Te entiendo. Mamá no deja de presionarme de que debo estudiar sobre el reino, realmente no quiero ser Rey.

—¿No quieres?

—Prométeme algo Lele, cuando tú seas un Alfa fuerte y no débil como yo, tú tomarás el trono por mí.

—¿Yo tomar el trono?

—Prometelo.

—Pero no puedo hermano.

—Yo te prepararé, tú serás el Rey.

Chenle sonrió y ambos entrelazaron sus dedos más pequeños para cerrar la promesa.

Ahora el menor solo tenía una sola meta.
Él solo quería ser un Alfa.

Su peor pesadilla surgió cuando se presentó como Omega, lo cual fue aún más odiado por su Padre y su madrastra.

—¡Esto debe ser un error!— gritó el Rey furioso.