Capítulo 03.

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Definitivamente había mentido. De lo contrario, no encontraba alguna excusa para defenderse y justificar el porqué estaba audicionando para entrar al equipo de fútbol. 

Ahora se encontraba en el campo, formado en una línea horizontal mientras el entrenador los sermoneaba del porqué debería de aceptarlos en el equipo, que tenían que ofrecer que su equipo no tuviera ya. Jungkook consideraba en contestar que ofrecía su casta como parte del equipo lleno de alfas, pero no quería llamar más la atención de lo que ya llamaba entre el grupo de reclutas. 

¿Qué hacía un beta queriendo aplicar para el equipo de fútbol? Ni siquiera él mismo podía explicarlo, se sentía ridículo estando ahí. Soltando un suspiro, estaba mirando al entrenador cuando por el rabillo del ojo se percató de la presencia del equipo de la escuela, viéndolos desde las gradas con miradas burlonas y gestos aterradores para algunos. 

—¡Demuestren la razón por la cual debo de escogerlos! No serán tratados como princesas solo por ser unos novatos, tendrán la misma carga de responsabilidad que el resto del equipo, así que muevan sus traseros y acaten las ordenes porque solo ustedes mismos podrán decidir si quedar o no.—Cuando el alfa hizo sonar el silbato, todos corrieron hasta la primera sección de entrenamiento. 

Si bien Jungkook no era demasiado fanático de los deportes, procuraba mantener cierta condición. Por ello, las primeras tres estaciones de entrenamiento las recorrió sin dificultad mientras el resto de los reclutas pasaban con dificultad. Para cuando llegó al final del circuito, el beta se encontraba levemente cansado mientras los demás se arrastraban con la intención de terminar ahí y no volver a pisar el campo. 

El azabache limpió la fina capa de sudor que cubría su frente, trotando hasta donde había dejado sus pertenencias en busca de su botella de agua, pasando por alto a las dos personas que estaban sentados cerca del lugar.

—¿Estás interesado en entrar al equipo?—Cuando escuchó aquella característica voz, levantó la mirada asustado.

—Oh, Taehyung.—Susurró con sorpresa, encontrando con su mirada. 

El omega estaba junto a su amigo, con un par de libros sobre sus regazos en señal de estar estudiando. Taehyung le mostró una sonrisa apenada por haberlo sorprendido, dejando de prestar atención a los apuntes que llevaba consigo en la mano.

—Perdón, pensaba que me habías visto sentado.—Se disculpó, señalando los libros.—Solemos estudiar aquí, no esperaba verte audicionar para entrar al equipo. 

—Estaba enfocado en encontrar mi agua.—Con un leve rubor en sus mejillas, levantó su botella.—Estoy tratando de conseguir todos los créditos posibles. 

—A veces chocan los horarios del club de lectura y los entrenamientos del equipo, ¿Crees poder con ello?

—De todas formas no creo que me quede en el equipo, simplemente quise intentarlo.—Comentó con cierta pena, pasando una mano por la parte trasera de su cuello.

—Lo hiciste muy bien en el circuito, si el entrenador no te acepta entonces es un tonto.—Jimin interfirió en la conversación. 

—¿En serio?—Abrió los ojos con cierta sorpresa, ¿Lo habían estado viendo?

—Minnie tiene razón, lo hiciste muy bien allá, mejor que todos ellos, inclusive mejor que uno que otro jugador del equipo.—Taehyung comentó con un leve rubor.

Jungkook balbuceó sin saber qué decir, demasiado cohibido con lo que escuchó. Maldición, ni siquiera se había esforzado lo suficiente como para pasar cada prueba, simplemente hizo lo que creyó necesario, pero saber que Taehyung lo había mirado le instó por querer hacer el circuito nuevamente y esforzarse lo doble. 

—G-gracias.—Fue interrumpido cuando el entrenador los llamó al centro del campo, haciendo que se retirara de ahí.—Tengo que ir, sí tengo que ir.

El rubio soltó una pequeña carcajada, asintiendo.—Anda, apuesto que los llama a todos para avisar que estarás en el equipo.

Con una última mirada, quiso creer en sus palabras y se despidió con un asentimiento antes de trotar hasta donde los demás reclutas se encontraban formados, tomando lugar al final de la hilera. 

—¡Todos ustedes son terribles en esto! ¿Por qué me hicieron perder mi tiempo? Ustedes son todos unos holgazanes, sin derecho definitivo a formar parte del equipo, ¡Ni siquiera deberían de pisar el campo por el resto de sus vidas! Son una vergüenza.—Los gritos del entrenador no aterrorizaron a Jungkook, encontrándose demasiado sumergido en sus pensamientos como para prestarle atención. 

¡Taehyung lo había visto! Y ademas, lo felicitó por su desempeño, ese podría ser el mejor día de su vida. Esperaba que al entrar al club de lectura poder acercarse y hablarle, podría hacerlo, tenia que confiar en él mismo. 

Pensando en todo ello, ni siquiera se percató de los gritos del alfa mientras lo mencionaba.—¡Jeon! ¿Quien es Jeon? Si no aparece...

El chico a su lado lo empujó, tropezando con sus propios pies antes de ponerse frente a todos los demás de la hilera.—¡Yo!

Sintió todas las miradas puestas en él, incómodo por ello. El entrenador caminó hasta estar frente suyo, demasiado cerca para su gusto, manteniendo la mirada pesada del alfa mientras le gritaba al rostro. 

—¿Sabes por qué te llamé? 

—No, señor.—Susurró, tratando de aguantar su mirada.

—Tu desempeño fue el mejor sobre todos los demás, pero eso no significa que debas de estar orgulloso, porque no cuentas con el rendimiento suficiente como el que tienen mis muchachos.—Con una mirada calculadora, prosiguió.—Te quiero mañana después de tus clases aquí en el campo, llegas un solo minuto tarde y será mejor que no vuelva a verte o me aseguraré que te den caza, ¿Entendido, beta?

Para el azabache no pasó por alto el tono despectivo que usó para referirse a su casta, sin embargo se limitó a asentir.—Sí, señor. 

—¡No te escucho, beta!

—¡Sí, señor!—Alzó la voz, llamando la atención. 

El entrenador se apartó, despidiéndolos con un último sermón de lo terrible que habían sido antes de retirarse de ahí en dirección a su equipo de fútbol. Todos soltaron un suspiro al por fin verlo lejos, demasiado temerosos de encontrarse con el alfa cara a cara y les reprendiera su pésimo rendimiento. 

Jungkook decidió aventarse al pasto, demasiado cansado por la tensión ejercida con el entrenador, sintiendo un par de silbidos y felicitaciones de los chicos que conoció en el circuito. Recibiendo unas ultimas condolencias por haber quedado, soltó una carcajada antes de ver como se retiraban, sabiendo que necesitaría irse de ahí pronto si no quería ser molido por los alfas del equipo.

Sus compañeros de equipo, parecía imposible. 

Estaba por levantarse cuando una mano se extendió en su dirección, girando la mirada hasta la persona responsable de ello. 

—Buen trabajo, sabía que lo lograrías.—Taehyung lo felicitó con una bonita sonrisa cuadrada.

El beta abrió los ojos alarmado, levantándose rápidamente y dejando al omega con la mano extendida. Percatándose de ello, la tomó entre sus manos con una sonrisa apenada, dejándola a un costado del cuerpo contrario. 

—Gracias, en realidad no esperaba quedar.

—Eres bueno, espero que te guste el equipo, en ocasiones son algo grotescos pero a lo mejor necesiten a alguien como tú para que sean más... tolerables.

—Esos idiotas no tienen remedio, son unos animales por naturaleza, solo piensan en la supremacía alfa.—Jimin se quejó a un lado suyo, bufando con molestia. 

Jungkook soltó una carcajada, eran las palabras exactas que Yoongi diría si estuviera ahí para verlo. 

—Igual, si te gusta estar en el equipo y aún te interesa, espero verte en la primera sesión del club. Nos vemos.—Con una sonrisa, Taehyung arrastró a su amigo fuera del campo, alejándose de manera rápida. 

El beta los observó irse hasta que los perdió de vista, manteniendo una sonrisa sobre su rostro. Definitivamente iría a la primera sesión del club de lectura, no se la perdería si eso le aseguraba poder entablar una conversación con el bonito omega. 

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