Prólogo.

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Jungkook soltó un suspiro en cuanto Taehyung apareció en su campo de visión, sonriendo de manera inconsciente hasta que un golpe en su nuca lo despertó.

—¿Quieres un babero? Por lo menos cierra la boca si lo estarás viendo.—Yoongi murmuró con molestia a su costado, pasándole una botella.

—¿De qué hablas? Claro que no estaba babeando.—Negó, aceptando la botella de mala gana.

—Claro, y yo nací ayer. Deberías de ver toda la baba que dejaste caer, está pegajoso el suelo.—Cuando el beta bajó la mirada, comprendió su error al escuchar las carcajadas de su amigo.—Y todavía compruebas, eres tan inocente.

El azabache bufó con molestia, decidiendo ignorarlo antes de volver su mirada donde anteriormente visualizó al omega rubio entre la marea de estudiantes, pero no volvió a encontrarlo. Bajó de la grada donde se encontraba justo al tiempo que el equipo de fútbol americano llegó al campo, todos los bullicios viniendo alrededor de los jugadores mientras los estudiantes pasaban a verlos con ojos curiosos por el ruido.

—Genial, los gorilas llegaron.—Murmuró el mayor, caminando directo fuera del campo.

Jungkook no apartó la vista del mariscal de campo, Park Jaewoo, el cual corrió directamente hasta donde Taehyung caminaba junto con su mejor amigo. Un par de palabras más que, si no fuera por su mirada fija en ellos, podría jurar que vió el rechazo del omega, alejándose rápidamente del campo antes de que el alfa volviera con su equipo en una rabieta.

Con una idea en mente, corrió hasta caminar a la par de su amigo antes de decir.-Ya sé que haré para que este último año sea memorable.

—¿Qué harás? ¿Unirte al equipo de fútbol, raparte, correr por toda la pista desnudo?—Lanzó cada sugerencia con una sonrisa divertida.

—Voy a conquistar a Kim Taehyung.—Y planeaba hacerlo sin morir en el intento.

Hate You | KVDonde viven las historias. Descúbrelo ahora