𝖢𝖺𝗉𝗂𝗍𝗎𝗅𝗈 𝟢𝟥

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Al siguiente día Roberto se levantó de la cama que compartía con Laura, tenia pensado hacerle el desayuno para aflojar el ambiente después de lo sucedido el día anterior aún que no lo admitiera, Roberto se sintió raro toda la noche, su mejilla dolía bastante que se había tornado de un color morado cuando se vio en el espejo del baño, pero el sentimiento de culpa dolía más y cada vez resonaba en la mente del rizado. Dejo de lado los pensamientos para preparar el desayuno.

Cuando esté acabo fue directo a la recamara donde suponía que su esposa seguía dormida y así sorprenderla con su desayuno favorito, este abrió la puerta.

Pero cuando apenas iba hablar y avisarle la sorpresa que tenía preparada en la mesa, sintió un fuerte golpe.

De la nada su vista ya no estaba al frente, de su boca expulsó mucha saliva y cayo de rodillas.

Sus manos se dirigieron a su vientre, con su cabeza temblando al querer sostenerse, y sus ojos desorientados, fueron directo en busca de que lo golpeo, ya sin su sonrisa de siempre, ahora caído, vio lo que le había dado un golpe tan fuerte como para hacer que escupiera saliva y un poco de sangre de su nariz.

Una pelota de fútbol, que se suponía era para su hija.

───Sos un estúpido, ¿Ni un balón podes atrapar? Que inútil. ─── Hablo Laura burlándose de la agonía de quien estaba tirado en el suelo, pero cuando Roberto apenas se estaba reincorporando, otro balón le dio directo a su pecho haciendo que por el dolor cayera.

Estar tan impuesto a recibir balonazos dejaba un dolor horrible en su piel y en su interior, los golpes solo eran duros y certeros pero eso no era nada comparado con el dolor mental que sentía, se sentía totalmente tonto, un inútil culpable de las acciones de Laura, sentía que se merecía ese trato por ser el idiota que causó el aborto espontáneo de su amada esposa.

El ultimo golpe vino directo de nuevo a su vientre, esta vez volvió a soltar un quejido por el dolor y unas pequeñas lagrimas, ya no pudiendo levantarse, sosteniendo su estómago con rudeza y soltando jadeos desesperados por obtener aire, lo habían sofocado totalmente.

Al escuchar risas, sus lagrimas ya no fueron por el golpe, si no por el hecho de que la persona que tanto amaba ahora mismo se estaba burlando del dolor que estaba aguantando, ella se reía de lo tan vulnerable se veía el rizado retorciéndose en el suelo.

Odiaba que lo golpearan y agredieran física y mentalmente pero sentía que era su merecido por ser tan pelotudo y tomarse algo serio en un juego, un juego donde no había salida.

Aunque Laura se había quedado en silencio al momento de escuchar unos sollozos por parte del rizado no quiso voltear, no quería escuchar ni una palabra por parte del Uruguayo.

Aun retorciéndose solo sintió un sutil toque de una pantufla sobre él.

───Si no fuera por tu culpa nada de esto hubiera pasado. ─── le dijo con un toque tranquilo y casi gentil la mujer de pelo largo con un rostro que parecía de tranquilidad total.

⋆𝗩𝗲𝗻𝗱𝗮𝘀 𝗱𝗲 𝗮𝗺𝗼𝗿 - 𝗧𝗶𝘁𝗼𝗽𝗼 - 𝗖𝗗𝗡 ˚⋆⸜ Wo Geschichten leben. Entdecke jetzt