Capítulo 14

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—Valt. —Llamó su madre, al escuchar que el nombrado avisaba que iba a salir. Se volvió en sus pasos para buscarla y preguntar en mudo si pasaba algo.

Sus hermanos no estaban en ese momento, y ya llevaba una semana más ahí en Japón. El mundial estaba a nada de comenzar.

—¿Está todo bien en España? ¿Con Hinari?

—Ah si...¿Por qué la pregunta? —Preguntó mirando al horno a su izquierda. —¿Ya quieren que me vaya? —Bromeó amargamente.

—No, para nada. No tienes que regresar si no quieres. —Valt se sentó en los banquillos que había en su cocina para apoyar su frente en la mesa. —¿Qué pasa? Tal vez pueda ayudarte.

—Es que... —Alargó. Su mamá lo miró expectante. —Ange no hace el pan como tú. —Dijo finalmente. Chiharu suspiró, notando que no sería tan fácil. Pero asintió después.

Había hablado con su esposo, y habían llegado a la conclusión de cuestionarle para dejarle la idea de que estaban con el sea cual sea la situación en la que estuviera, pero sin presionarlo.

—Bueno, puedo ir a España a enseñarle cómo se hace. —Bromeo esperando sacar una risa de Valt, pero en su lugar una mueca con intento de sonrisa salió. Chiharu siguió con las galletas que estaba horneando. —¿Qué harás hoy? 

—Pensaba dar una vuelta por ahí. —Ella sonrió tranquila. 

—Con cuidado, no vuelvas tan tarde. —Dijo ya completamente concentrada en su trabajo. Valt asintió y se dirigió a la puerta. Notando que había olvidado su celular. Encogió sus hombros para dirigirse al exterior. 

No había planeado su día, simplemente iría a donde sus pies le dirían. 

—¡Valt! —Exclamo alguien a un costado, haciéndolo girar en su dirección. Era Daigo Kurogami, que se encontraba en el parque que solía usar para entrenar. —¿Vienes?

—Hola Daigo. ¿Qué haces? —El pelinegro le sonrió al tenerlo en frente. Saludando con el gesto. 

—Ahora mismo, nada. —Reveló con tranquilidad, mirando a su alrededor. —Pensaba irme ya...Pero ahora que te veo ¿Qué tienes planeado?

—Siendo honesto, nada... —Daigo asintió. —Podríamos ir a ver a Wakiya. 

—Seguro. —Dicho esto, comenzaron a caminar a la casa/mansión del rubio, en donde seguramente lo encontrarían entrenando. O gritándole a alguna persona por el teléfono. Cualquiera de los dos escenarios era totalmente posible y probable. 

—Shu ya regreso a Estados Unidos ¿Verdad? —Preguntó Valt, tomando a Daigo por sorpresa. ¡No eran mejores amigos o algo así?

—¿No hablas con el? —Preguntó directamente, Valt asintió. 

—No traigo mi teléfono conmigo como para preguntarle. —Daigo, de igual forma, le pareció extraño que no supiera. Aunque tampoco le tomó tanta importancia. —Rantaro ya regresó a España ¿Y Ken?

—En otra ciudad, como siempre. —Dijo a secas. Siguieron caminando en silencio, hasta que Daigo decidió preguntar. —Oye, ahora que estamos solos ¿Puedo preguntarte por lo del evento? —Al ver la mueca del peliazul se apresuró a explicar. —Es que...¿Estas lastimado o algo así?

—No... —Respondió a secas. Y al ver que su respuesta fue muy cortante, se apresuró a añadir. —Se que no estoy en mi mejor racha. 

—Será fácil vencerte en el mundial. —Bromeo, aunque la broma no le callo bien a Valt que solo rodo los ojos. —Entiendes a lo que me refiero... —Alargó cambiando su tono bromista, a uno mas serio. —Si estas lastimado, no participes en eventos. Sera peor, tenemos el ejemplo con Shu y Wakiya. 

—No estoy lastimado. 

Daigo no quiso indagar más, pues notaba la tensión en el ambiente que se había formado por culpa de el. Tal vez no de forma directa, pero si había ocasionado algo su conversación y prefería no seguir rasgando. 

—¿Vienen a ver al señor Murasaki? —Daigo asintió tranquilamente, siendo imitado por Valt. —Pasen chicos, en un momento más viene. 

—¿Hablas en serio? —Dijo el rubio apareciendo de alguna parte de la casa, los saludó con un asentimiento y siguió con su llamada. —¡Esos rayones son del tamaño de la falla de San Andrés! —Daigo frunció las cejas por la conversación ajena. —¿Eres dueño del equipo de Sumbat United? —Espero respuesta. —¿No? ¡Entonces cállate y has lo que te digo! 

—¿Día difícil?

—Guardaron las nuevas arenas mal y ahora están todas rayadas, hay surcos y puede afectar en los entrenamientos. —Explicó rápido y con un tono de voz más modulado que antes. —¿Qué se les ofrece?

—Vinimos a ver si querías hacer algo, distraerte...Salir al mundo exterior. —Molestó Daigo. Wakiya bufó rodando los ojos. 

—No pienso salir con el que no fue a mi evento y con el que ni si quiera le puso atención. —Sentenció dándose la vuelta y siendo detenido por Daigo. —¡Suéltame traidor! 

—Te dije que surgió algo en mi casa. Y Valt seguramente estaba pensando en algo más...Está algo distraído últimamente. —Molestó Daigo. 

—¡Qué podría ser más importante que el evento que yo organicé! —Exclamó con dramatismo, para luego respirar profundamente y quitar cabello de su rostro. —¿Saben qué? No importa. ¿Qué quieren hacer?




Legacy (Valt Aoi)Where stories live. Discover now