-Buenas noches, amor

Se burlo y lo quise matar, pero no me dio tiempo porque me colgó.

Maldito Thiago

Lo único que pude escuchar fueron las risas de todos sus amigos incluso la de mi amiga y la de Mar. Lancé mi teléfono al otro lado de la cama y me tapé la cara con la almohada.

***

6 de diciembre

Estuve entrenando por la mañana y por la tarde aproveché para dar una vuelta por la ciudad y también para descansar. Estaba con Jay en el vestuario hablando sobre el combate hasta que nos interrumpió el señor Davies, quién me propuso este campeonato y quién me dio el contrato.

Se paso para saludarme y para informarme de que ya habían personas apostando y que en unos minutos tendríamos que salir. Jay me siguió dando indicaciones cuando el señor Davies se fue y después me ayudó a ponerme las vendas y me paso los guantes para que me los pusiera. Realmente, no estaba nada nerviosa o eso intentaba aparentar.

Me levanté cuando me avisaron que en un minuto comenzaba el combate. Salí del vestuario y me quedé detrás de una puerta para que me llamaran. Mientras esperaba podía escuchar el ruido de toda la gente hablando y del presentador dando la bienvenida a mi contrincante.

-¿Estás lista?-me preguntó Jay

-Sí

-Daniela, prométeme que vas a darlo todo

-Te lo prometo

-Y si no ganas un combate no te hundas, ni te sientas inferior por favor

-Tranquilo

-Por último, no dejes que te maten

-No te preocupes por eso. Sé defenderme, Jay

Abrieron las puertas y Jay me acompañaba a mi lado. Escuché a muchos gritar mi nombre y eso me alegro, pero me limite a sonreír y saludar porque no podía permitirme desconcentrarme. Cuando llegamos al ring me subí pasando por debajo de las cuerdas. La otra boxeadora estaba en su esquina y cuando la miré enseguida recibí una mirada de odio.

Que bien ni me conocía y ya me odiaba y em quería fuera de su campo de visión. Bueno así seria más fácil. Si le molestaba tener que combatir contra mi sería agradable porque no habría sentimientos de por medio y ninguna se lamentaría por tener que golpear ni enfrentarse a la otra.

Estuve en mi esquina mirando a Jay sonriente mientras él me ponía el protector bocal. Después me puso un spray en la cara, que servía para que fuera más fácil detener algunas heridas que sangraran si me llegaran a dar. Finalmente, Jay me estuvo dando unas últimas indicaciones y animándome antes de que sonara la campana.

La otra boxeadora y yo nos pusimos en el centro del ring. Nos miramos fijamente tirándonos miradas de odio y fue justo cuando el árbitro habló que lo escuchamos y volvimos a nuestro lado del ring.

El combate comenzó y ambas avanzamos hacia el centro del ring y nos colocamos en posición defensiva. Mi contrincante empezó lanzándome puñetazos flojos y yo me dediqué a esquivarlos con facilidad. Sin embargo, el ambiente se volvió más intenso y me concentre mucho más. Nos fuimos moviendo de un lado al otro y nos seguimos lanzándonos puñetazos, pero con más fuerza.

Seguimos luchando y hubo un momento que tuve que retroceder unos cuantos pasos para atrás porque ella se acercó a mi mucho mas furiosa. Cuando me intentó dar un puñetazo en plena cara, lo esquivé pasando por debajo de su brazo. Acabamos volviendo al centro del ring y se terminó la primera ronda.

Corazones en llamas ©Where stories live. Discover now