Paquetes de ayuda

Capítulo 2

Sin que lo supieras, tus galletas tuvieron un gran éxito en la base. Ghost las había olvidado en la sala común y por la mañana el recipiente estaba vacío.

Ghost no lo admitiría, pero se sintío un poco decepcionado cuando recordó donde dejó las galletas y se dio cuenta de que ya no estaban.

"Solo necesito dos", se quejó para sí mismo.
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El cielo es gris y tiene un aspecto siniestro mientras camino por las calles abarrotadas. La cacofonía de los coches que tocan las bocinas y la gente hablando por teléfono llena mis oídos, un ruido casi agradable.

Mientras subo las escaleras hacia mi apartamento veo un sobre de envío acolchado apoyado contra mi puerta. Lo recojo y entro a mi apartamento para dejarlo en el mostrador con la bolsa de compras. Me quito los zapatos y guardo la comida, tarareando alegremente para mí misma.

Mientras me preparo una taza de té, recojo el sobre. Se ve un poco peor por el uso y tiene un poco de peso. Le doy la vuelta para mirar la dirección del remitente y, para mi sorpresa, es la misma dirección a la que envíe el paquete.
"Bueno, parece que recibió mis regalos", murmure para mis adentros felizmente.

Abro la parte superior del sobre y miro dentro. Sonrío ampliamente mientras saco los dos pequeños tesoros que contiene. Cómo supo, o de alguna manera adivino, que tenía algo por las rocas, nunca lo sabré.

Las inpecciono de todos los angúlos, sonriendo ampliamente. Uno es un pequeño trozo de cuarzo ahumado pero el otro... el otro es mi favorito. Negro brillante, nitído y brillante. Por su forma aleatoria, me di cuenta de que se encontró de forma natural y no se compró en alguna tienda y se le dio forma de punta de lanza o de flecha, como todas parecían.

Una sensación cálida se extiende por todo mi pecho. Nadie había sido tan considerado conmigo en mucho tiempo, y aquí estaba un extraño, un soldado que no sabía nada de mí y estaba a miles de kilómetros de distancia, regalándome algo tan perfecto para mí.

También hay una nota en el sobre y la saco para leerla.
"Eh. No sé qué escribir pero me dijeron que debía incluir una nota de agradecimiento. Las galletas estaban buenas. Envía más. Oh, te envío un par de rocas que encontré. A las mujeres les gustan las rocas, ¿verdad? Soap dijo que sí... oh um, gracias".

La nota es muy corta pero hay algo en ella que me grita muy dulce. No se me escapa su demanda de más galletas, y parece una forma de pedir más correspondencia sin tener que pedirla realmente.

En el transcurso de los siguientes dos días horneaste una cantidad obscena de galletas. Las chispas de chocolate, el azúcar y los snikerdoodles se encuentran en recipientes herméticos esparcidos por mi mostrador. Probablemente hiciste cerca de 5 docenas de galletas.

Por supuesto, incluyo otra carta escrita a mano y la envío por correo.
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"Querido Simon", lee mientras mastica una de las millones de galletas que ella le envío esta vez.

"Me alegra mucho que hayas disfrutado de mis galletas. Puede que esta vez me haya excedido. Sí. A las mujeres les gustan las rocas. Bueno, tal vez no todas las mujeres... No sé qué te hizo pensar en eso, pero gracias, de verdad, desde el fondo de mi corazón. El de obsidiana es mi favorito, ¿dónde lo encontraste si puedo preguntar?

Ademas, ¿tienes un amigo llamado Soap? Es un nombre gracioso. ¿Puedo preguntar por ti? ¿De dónde eres? ¿O tu color favorito? No sé qué es apropiado. De todos modos, antes de empezar a divagar sobre tonterías, te dejaré en paz. Mantente a salvo, Simon. Saludos cordiales, T/N".

"Hmph", Ghost gruñó, todavía mirando el final de la carta. ¿Por qué una extraña al otro lado del mundo estaba preocupada por él? ¿Y por qué le gustó?

Ghost se levantó de la cama y salió a fumar un cigarrillo. Mientras contemplaba la base mayormente tranquila, sus pensamientos viajaron ampliamente. Pasaron a lo que esta mujer podría estar haciendo en este momento. ¿Estaba admirando los regalos que él le envió? Tal vez para ella ya era hora de cenar. ¿Qué estaría comiendo?

Ghost estaba tan perdido en sus pensamientos que no escuchó que se abría la puerta detrás de él y que Soap comenzó a llamarlo por su nombre. No fue hasta que Soap tocó su brazo que se recuperó.

"¿Qué te pasa, LT? Te llamé como 5 veces. Tenemos una reunión a las diez", dijo Soap, dándole a Ghost una mirada extraña.

"Mmm", Ghost refunfuñó, la única respuesta que estaba dando.