Secretos

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Narradora*

Había pasado un mes desde que Mia y Santiago llevaban el secreto de sus clases de música. Era algo especial que solo ellos dos compartían y que solo ellos dos se entendían mediante esto. Ciertamente que no estuvieran disponibles los martes y jueves en la tarde hacia que levantaran sospechas. Sobretodo que los dos se fueran juntos y que no respondieran el teléfono hasta la 5-6 de la tarde.

Los dos que más comenzaron a tener sospechas sobre todo fueron Lucía y Pablo. Ciertamente eran los únicos que s habían fijado pero no hacían nada al respecto.

Narra Lucía*

Mia- Oh, por Dios, oh por dios, NOO- estabamos saliendo de el cole y Mia comenzo a quejarse.

Le pasó un pequeño accidente que para ella era lo peor del mundo. Pablo y Santiago que iban detrás de nosotras se asustaron horrible al escuchar a Mía gritar de la nada.

Pablo- Che, calmate, no es para tanto. Casi nos matas del susto

Mia- Que no es para tanto? QUE NO ES PARA TANTO? Me rompí la uña y decís que no es para tanto? - lloriqueo quejándose más.

Santiago- No creo que te la rompiste tanto solo un poquito.- sostuvo la mano de Mía examinando su uña.

Mia- Es que no entiendes? Así no vamos a poder ir a practi... - Santiago apretó el dedo de Mía por lo que ella paro de hablar de golpe.

Pablo- Prácticar que?- pregunto por curiosidad. Nunca se quedaba callado si algo le interesaba.

Santiago- Nada, miren yo me encargo de este problemita, por que no se van y luego hablamos.- comenzo ya a alejarse dando por hecho que nos iríamos.

- Pero...- intente interrumpir.

Santiago- Pero nada, tranquilos yo me encargo.- se excuso.

Pablo- En fin vámonos Lucía- me tomó de la mano y comenzamos a caminar en la dirección opuesta a los chicos.

Pero de la nada Pablo me guió al otro lado de la calle que iba a la misma dirección de Santiago y Mia.

Pablo- Mira, Lu perdon pero es que siento que actúan muy raro y necesito saber a donde van.- seguía tomado de mi mano.

- Normalmente te diría que esto está mal- me solté de su mano- pero también quiero saber lo que pasa con ellos, así que vamos, que los vamos a perder.

Comenzamos a correr y vimos que simplemente se dirigían a la casa de Mía. Así que todo esto para nada? Todo este tiempo no habían hecho nada? Algo no cuadraba.

Narra Santiago*

Mia- Ugh mierda- refunfuñó.

- No es para tanto, Mía tranquilizante por Dios. Ya llame a Mariana y le dije que hoy no vamos.- aveces el temperamento de Mía era un tanto elevado. Aunque cuando de verdad se preocupaba era difícil detenerla de hacer cualquier cosa para mejorarlo.

Mia- No es eso. Creo que Pablo y Lucía casi nos descubren.- me miro un poco más seria y fría.

- Vos crees?

Mia- No se pero estoy casi segura.

- Igual no estamos haciendo nada malo. - era verdad no hacíamos nada pero igual no podía evitar sentir que el simple hecho de tener un secreto ya era suficiente peso.

Mia- Eso seguro pero igual no se me dan cositas que lo descubran.

- Tranquila no lo van a hacer y arréglate  ya esa uña que no soporto que te quejes por eso.- era mejor pensar en otra cosa.

Mia- Que hijo de perr...- volvió a su tono defensivo de siempre.

- Eh, eh, eh esa boquita. Más vale tenerla cerradita. Mira yo me voy quiero ir a dormir como hoy no tenemos tarea.- al menos no tendría que ir a esas clases.

No las odiaba, es más, me gustaban pero siento que tomaban tiempo que no valía la pena perder. Solo lo hacía por Mia.

Mia- Espera ya te vas?- me detuvo,debilitando su voz y sentándose.

Instintivamente me senté también. Tal vez quería hablar conmigo.

- Quieres que me quede?

Mía- No me gusta estar sola,pero si no puedes tranquilo. Me las manejo sola.- levantó la mirada y sonrió delicadamente.

Sabía que odiaba quedarse sola. Además era igual que yo,digámos que éramos lo mismo de manera opuesta. Vivíamos lo mismo pero éramos diferentes. Ella irradiaba luz,en cambio yo.

- No tienes ni que pedirmelo, acaso necesitamos una peli para levantar ese ánimo?- trate de animarla.

Mía- Con palomitas, y soda?- comenzo a sonreír más.

- Perfecto, espero que esta vez no se te quemen las palomitas.

Mía- Jamas se me han quemado las palomitas- se defendió con algo de indignidad.

- Si claro- antes de que me pudiera responder pregunte - qué película quieres ver?

Mía- La de siempre, y ahora no te voy a dar palomitas.

- Bueno,bueno era una broma no quería que te lo tomaras asi.

Mia- Ay Santi, yo quemar las palomitas? JAMÁS!!- se dirigió a la cocina mientras yo ponía la película favorita de ambos.

"Harry Potter y el principe mestizo" puede parecer extraño que nos guste esta película. Pero no era por los efectos o la magia o esas cosas. Bueno en parte si porque obviamente hacía todo más mágico y de verdad es una película muy avanzada para su época. Pero también por todo lo que los personajes pasan por. Es algo especial, remarca cosas cotidianas que suceden mucho pero son muy minimizadas. Es la vida de los adolescentes y mucho más.

                           ***
Iba casi al final de la película, y casi como siempre. Mía se quedó dormida. No pensaba que esta vez se quedaría dormida tan pronto. No parecía cansada,al final simplemente podía dejarla en la habitación.

La lleve en brazos hasta su habitación y la acoste tapándola con las sábanas para que durmiera bien. Luego báje de nuevo a la sala y lleve el tazón de palomitas al lavabo y limpie todo. Luego simplemente me acoste a dormir. Admito que estaba cansado.

-Mi brillo en tu mirada-Where stories live. Discover now