Digital Circus · Después de Pomni (Ragatha X Jax)

2. La salida

Pomni y Ausgabe corrieron hacia la puerta roja. Lograron abrirla y se adentraron en su interior.

Dentro había un laberinto monumental de oficinas.

- ¿Es esto lo que viste?- preguntó Ausgabe.

- Ajá- asintió Pomni-, y esto lleva al vacío.

Al fondo de la sala había una puerta igual que con la que entraron. Ausgabe apretó el pomo y llegaron a una sala completamente igual. Tras veintisiete puertas después, Ausgabe empezó a enloquecer.

- ¿Por qué esto no lleva a ninguna parte?- dijo Ausgabe con algo de ansiedad.

- No es nada... Solo hay que seguir abriendo puertas...- dijo Pomni. También estaba empezando a enloquecer.

Abrieron una puerta más y llegaron a una gran oficina. Había varias computadoras encendidas y talonarios con horarios. También había una máquina expendedora, varias luces con una luz de mala calidad y... otra puerta de salida.

- Esto... lo recuerdo...- dijo Pomni.

- ¿Qué es esto?- dijo Ausgabe-. ¿¡Y POR QUÉ HAY OTRA PUERTA DE SALIDA!?

Ausgabe empezó a jalarse de sus cabellos rojos mientras se balanceaba con delicadeza. Entonces, Ausgabe vio que Pomni miraba algo fijamente, algo fondo de la oficina. Al seguir su mirada una mesa con una computadora prendida y unas gafas de realidad virtual. La computadora era vieja y las gafas estaban muy sucia.

Pomni y Ausgabe se miraron entre ellas y de pronto comenzaron a irse como unas locas. Pomni abrió la puerta y se marchó pero en cambio, Ausgabe, sin dejar de reír, se acercó a la computadora.

Con sus dedos de muñeca acarició las gafas de realidad virtual provocando algo de polvo en sus dedos. Ausgabe observó la pantalla de la computadora y le vino un recuerdo.

En aquel recuerdo, Ausgabe aún era humana y estaba con un chico algo mayor que ella. El chico obligaba a Ausgabe a adentrarse por las oficinas en contra de su voluntad y finalmente llegaron enfrente de la computadora y las gafas.

- ¡Qué guay, un juego!- decía el chico.

- Quiero irme a casa, mamá se enojará mucho con nosotros si no regresamos ya- lloriqueaba Ausgabe.

- Cállate niña y ponte las gafas- le ordenaba el chico con con tono de superioridad y de pocos amigos.

- ¿Por qué?- quería saber Ausgabe mirando al chico.

- Tú ponte las gafas ya. Al parecer es un videojuego. Te ordeno que juegues un poco y me digas luego si merece la pena porque yo no pienso malgastar mi tiempo  en una birria de juego- le gritaba el chico.

- Pero no quiero- volvía a llorar Ausgabe.

De pronto, el chico le puso las gafas de realidad virtual a Ausgabe. Lo siguiente que ella que vio fue cuando ya estaba en el circo digital...

- ¿Vienes?- la voz de Pomni sacó a Ausgabe de su recuerdo. Al parecer a Poni se le había pasado la locura.

- Sí- asintió Ausgabe y las dos fueron corriendo  a la puerta de salida.

Pomni abrió de golpe la puerta y las dos cayeron al vacío.  

- ¿Y ahora qué hay que hacer?- preguntó Ausgabe.

- No sé, la primera vez que llegué acá Cain me sacó- respondió Pomni.

Y en efecto, unos segundos después apareció Cain y las llevó de nuevo a la carpa. 

- ¿Conque trataron de huir del asombro circo digital eh?- dijo Cain con un tono alegre-. ¿Cuándo aprenderán que no hay una salida?

- Cain, ya hicimos tu estú**** misión- dijo Zooble mientras un sonido tapaba su grosería.

- ¡Bien hecho! ¡Como recompensa pueden descansar un rato! ¡Luego se servirá una exquisita cena preparada por el chef Bubble!- canturreó Cain.

- Por fin- susurró Kinger.

Todos se fueron a sus respectivas habitaciones. 

Ausgabe se sentó en una esquina de su cuarto y se puso a pensar sobre ese flashback que había tenido. ¿Quién era ese chico? ¿Por qué le colocó las gafas de realidad virtual? ¿Qué hacían allí? Eran preguntas que no tenían respuesta. Pero Ausgabe se prometió a sí misma que hallaría las soluciones a sus preguntas y una salida.