Tomé mi celular y vi la hora: 7:33 p.m. Me quedé boquiabierta. Había dormido más de tres horas continúas. Tenía bastante tiempo que no me sucedía esto, decir que solo dormiría 5 minutos y despertar sudada, babeada y pensando que dormí por días. Me levanté de la cama, sintiéndome confundida y desorientada. ¿Ya habían llegado mis padres?, suspire aliviada al escuchar sus voces en la parte de abajo, me limpié la baba que aún estaba un poco humeda en mi mejilla y me levanté con un estiramiento satisfactorio. Mis pies descalzos tocaron el suelo frío, enviando un escalofrío por mi columna. Di unos pasos vacilantes hacia mi armario secreto, un santuario personal escondido detrás de una pared aparentemente normal. Con un toque suave, introduje la contraseña en el panel táctil oculto y las puertas se abrieron silenciosamente, revelando un espacio ordenado lleno de ropa cuidadosamente seleccionada. Mis ojos buscaron algo cómodo y mis manos se posaron en un short negro y una blusa blanca holgada, la tela suave prometía comodidad. Agarré un par de huaraches que esperaban pacientemente su turno y un conjunto de ropa interior negra, la "elegancia" de la elección me hizo sonreír.

Al salir del armario, las puertas se cerraron con un clic suave y seguro detrás de mí. "Definitivamente amo nuestra casa inteligente pensé con una sonrisa, apreciando la comodidad y la eficiencia que brindaba. Entré al baño y cerré la puerta con un chasquido, asegurando un momento de privacidad. Me dirigí a la tina, una invitación a la relajación. Giré la llave y el agua caliente comenzó a fluir, llenando la habitación con vapor creando un ambiente cálido y comodo. Añadí sales de baño y unas gotas de esencias aromáticas de moras, observando cómo se dispersaban en el agua, creando remolinos de espuma. El aroma se elevó, llenando el espacio con un olor delicioso que me hizo cerrar los ojos y respirar profundamente, anticipando el baño reconfortante que me esperaba.  Dejé caer la ropa que llevaba en mis manos sobre el tocador y activé el sistema que oscurecía las ventanas desde afuera, pero las mantenía transparentes por dentro, asegurándome de que nadie pudiera curiosear mientras me preparaba para un relajante baño. Sin pensarlo mucho, me deshice de mi atuendo y lo dejé en el suelo, sin preocuparme por el desorden. Me observé en el espejo con total naturalidad, apreciando mi figura desnuda sin inhibiciones ni complejos.

Me dirigí hacia la tina, donde emanaba un vapor cálido y aromático. El agua estaba a la temperatura justa, y las sales de baño habían teñido el líquido de un suave tono azul celeste. Con cuidado, sumergí un pie y luego el otro, sintiendo el contraste entre el frío del aire y el reconfortante calor del agua. Me senté con suavidad, permitiendo que el agua cubriera mi cuerpo hasta el pecho y acariciara mi piel.

- Alexa, pon una alarma de 20 minutos - anuncié en voz alta

- Alarma de 20 minutos configurada hasta las 7:53 de la tarde - respondió la voz femenina de la asistente virtual.

- Alexa, pon música tranquila en Spotify - solicité, buscando intensificar mi relajación.

La música empezó a fluir desde los altavoces del baño, una melodía suave y relajante acompañada de sonidos de la naturaleza y una voz angelical. Era uno de esos momentos que apreciaba al máximo: estar a solas en mi santuario personal, con la tina llena de agua caliente, música que me envolvía en calma y la iluminación ajustada a mi estado de ánimo, creando una atmósfera íntima y acogedora. Cerré los ojos y solté un suspiro, dejando atrás todo lo demás.

El suave timbre de la alarma marcó el final de mi tiempo en la relajante tina. Salí del agua y comencé a secar mi cuerpo con la toalla, asegurándome de eliminar cualquier rastro de humedad. Una vez seca, apliqué crema humectante con aroma a fresas, extendiéndola por mi piel. Vestí mi ropa interior y procedí a ponerme el resto de mi atuendo.

Luego, regresé a la tina para retirar el tapón y permitir que el agua se deslizara por el desagüe. Detuve la música que había creado la atmósfera perfecta y salí del baño, dejando atrás la sensación relajante que había disfrutado. Mi cabello aún llevaba la marca del reciente encuentro con el agua, aunque ya había comenzado a secarse.

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⏰ Last updated: Apr 28 ⏰

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