PENUMBRA

Capitulo 13

Tome con velocidades las antiguas calles de mi ciudad preguntándome que tanto tiempo me había ausentado...
¿El tiempo en el averno pasaba igual que en el tiempo humano? Nunca me había detenido a pensarlo a decir verdad, me la pasaba tanto tiempo en las cocinas y con Belial que se me olvidaba mi vida pasada y aunque me parecía muy extraño, no podía recordar el dolor de un "corazón roto" hacia mi ex pareja.  Aparque la enorme camioneta frente a mi casa y apague el motor, el dolor de cabeza me mataba por lo que por unos minutos dormite recargando mi cabeza en el volante cuando la puerta del copiloto se abrió 

—Pensé ibas a tardar mas en llegar- Alejandro cerro la puerta tras entrar y tomar asiento a mi lado

 
—Bájate de mi camioneta y lárgate en este mismo instante- Sentí como mi corazón se aceleraba de la rabia contenida y trate de calmarme, Belial me había dicho que no podía perder el control y ni loca pensaba en poner a prueba el ¿Qué pasaría si...?

—Solo quiero hablar chaparra sin que te enojes o comiences a gritar 

—Hooo claro, tu ahora quieres hablar 

—¿Por que siempre a la defensiva?  

—¡Y como quieres que te trate después de todo lo que me has hecho!- grite aventando las llaves al tablero   

—Yo no te hice nada, sigues estando loca aventándome tus problemas Psicológicos y traumas infantiles Lua 

—¿Qué no me hiciste nada? Tu maldita mujer me mando a violar y se que fue ella por que el cerdo que lo hizo fue tan evidente

—Ella no es capaz de esas cosas, tu solo estas ardida por que te deje por ella, tu eras sucia en casa y no podía seguir viviendo así 

—Tu nunca movías un dedo en la casa para ayudarme, pero dime Alejandro ¿Y las pruebas de los anónimos que me mandaban salientes de la dirección IP de donde ahora vives? 

—Esos los inventaste tu y lo sabes- Alejandro se echó a reír mirándome a los ojos con esa mirada de superioridad que tanto odiaba desde que nos separamos 

—No te quiero volver a ver en mi vida ya déjame tranquila por un demonio... 

—¿Ya eres la puta de otro no? Ya fuiste a revolcarte en otra verga maldita puta 

—Y a ti que te importa pendejo hijo de perra- abrí la puerta de la camioneta pero el alcanzándome la cerro de un portazo de nuevo  

—Te ves bien rica, estas diferente y sigues teniendo ese culo delicioso que me para la verga...
Un fuerte estruendo en el cofre de la enorme camioneta nos sobresalto a ambos haciendo que Alejandro saliera disparado alejándose de mi   

—Quita tus asquerosas manos de Lúa maldito cerdo- Foxxy estaba de pie con una de mis pijamas ceñida a su bien formado y voluptuoso cuerpo sosteniendo un nuevo bate modificado, baje de la camioneta y camine hacía ella  

—Gracias Cariño estaba pensando que tal vez lo necesitaríamos- la tome del cuello y la atraje hacía mi para poner mis labios sobre los de ella, eran tan suaves y carnosos que se derretían en mi boca, sabían a la mas dulce frambuesa con un toque de limón que me fascino al sentirlo en mi lengua, ella paso sus brazos por mi cintura apretándome haciendo que sintiera sus pechos al nivel de los míos y nos separamos tras unos minutos

—Entremos a casa- susurro en mi oído tomándome de la mano

—¿Sigues aquí?- pregunte al ver a Alejandro viendo el espectáculo que habíamos montado frente a el 

—Conmigo jamás quisiste experimentar y... ¿ahora eres Lesbiana? 

—Asqueroso...- Foxxy hizo una mueca de desagrado seguido de una risa de burla, caminamos hacia dentro de mi casa tomadas de la mano, sentía mi corazón acelerado por lo que acababa de pasar que me costaba mantener una respiración tranquila y una vez cerrando la puerta tras nosotras nos desplomamos en el sillón