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-¿Y así es como se hace la salsa de caramelo? Es muy fácil o mejor dicho lo haces ver tan fácil- sonreí cuando mi único amigo Marx que seguía meneando la deliciosa salsa de caramelo que le había pedido preparar para mi antojos nocturnos, era un buen tipo, la mayor parte del tiempo me gustaba estar aquí en la cocina, me había llegado a contar mucho de el y como duro años tratando de expiar sus pecados ,el como estaba agradecido con Belial por dejarlo estar aquí...

-Estoy encantado de poder hacer algo para alguien, sentirme útil- mi rubio amigo me esbozo una gran sonrisa para luego levantar la cuchara de madera de la olla de caramelo hirviente y soplar para darme a probar un poco- Esta muy caliente Señorita tenga cuidado

Cuando me disponía a llevarme la cuchara a la boca, en un abrir y cerrar de ojos Belial ya lo tenia contra la pared con la mano atravesando el pecho de mi cocinero favorito

-Dame una razón, pará no arrancar tu corazón-Belial se veía tan furioso como aquella vez que arrancó el ojo de Asmodeo y sentí miedo de que lastimara a Marx

-¡Tu maldito loco, suéltalo ya!-enfurecida me acerque a ellos tomando su brazo tratando de hacer que soltara su agarre

-¿Para que puedas seguir gozando con el? ¿Para que sigas caliente?-sus ojos estaban de un rojo obscuro que ardía mientras mi amigo gemía del dolor

-Suéltalo Belial, lo estas lastimando- el estaba dispuesto a matar a uno de mis únicos amigos aquí y por culpa mía, sentí el dolor de perder a un amigo, el no poder hacer nada y verlo sufrir, las lágrimas de desesperación corrían por mis mejillas y un nudo de emociones comenzaron a fluir; Grité sintiendo un hervor dentro de mi, un picor en mis manos como mil hormigas atacándome y mi cabeza quemaba horrible, comencé a entrar en pánico, al parecer Belial me estaba quemando viva

- Si me vas a matar al menos dame una muerte digna y no esta tortura mediocre- solloce tirándome al suelo del dolor, un ruido sordo azoto el suelo cerca de mi y las lagrimas salían sin parar de mis ojos, los segundos pasaban y todo era peor...

-Estúpida...-Belial ya se encontraba junto a mi y pude ver su mano empapada en sangre, gire a ver a mi amigo el cual estaba tumbado respirando con dificultad tratando de detener la hemorragia,un dolor punzante como lava cayendo dentro de mi me recorrió desde la punta de mi cabeza hasta el dedo gordo de mi pie haciéndome gritar

-¡Solo matame de una vez Belial!- Segundos después Grecia entro a la cocina seguida de varias de sus amigas entre ellas Foxy la cual corrió hasta donde estaba yo tirada para arrodillarse junto a mi

-Tranquila preciosa, estarás bien- puso mi cabeza en sus piernas acariciándome el cabello

-¡Dile a Belial que pare! El...El...- logre decir entre jadeos

-No es Belial cariño, estas cambiando- dijo Grecia ayudando a Marx a levantarse- ¿Que sucedió aquí?-el dolor poco a poco disminuía en mi cuerpo, pero las lagrimas brotaban de mi rostro sin parar

-Yo...yo...- tartamudeaba Marx empapado en sangre- Yo estaba cocinando para la Señorita, ella tenia ganas de un helado de caramelo pero no tenia caramelo liquido y se intereso en saber como hacerlo y...y...y yo estaba en eso cuando...

-Grecia, ¿donde esta Briana?- pregunto Belial con voz lúgubre

-Salió hace unos momentos- Foxy soltó de golpe al ver que nadie decía nada

-¿Que tiene ella que ver en todo esto?- exclamó fríamente una súcubo que no reconocía del todo bien

-Ella fue a mi diciéndome que Lúa cogía con Marx mientras estaban en la cocina, para mi eso es una falta de respeto al ser mi compañera de sangre

PENUMBRAWhere stories live. Discover now