Había de nuevo ojeras en tus ojos sin necesidad de desvelarte, tu piel se ponía cada vez más pálida y los mareos regresaron de pronto por cada cosa que hacias.
No de nuevo. No querías volver a caer en eso, pero no podías salir.
— Por mí. — Repitió Cara en voz baja y tallándose los ojos. — ¿Te obligué a hacer esto? ¡Dime!
Cara estaba llorando. La habías hecho llorar con tu desorden.
— Yo te amo, tal como eres. ¿Porque querría yo una versión nueva y perfecta de ti? Si eres la persona más perfecta que he conocido antes, la persona más perfecta que he llegado a amar.
Te abrazó, un abrazo que parecía no tener fin, que no querías que terminara.
— Te prometo que voy a dejarlo atrás. ¿Si?
— Te prometo que te ayudaré. — Te miró unos segundos y se metió bajo las cobijas contigo.
— ¡Dios! ¡Cara estás hecha un cubito de hielo!
— Gracias, supongo. Escuchaba que uno le decia cosas a su pareja como "Eres tan ardiente" o "Que caliente", pero nunca había escuchado algo contrario.
— Ven acá chica caliente. — La abrazaste y la besaste. Amabas hacer cualquier cosa con ella. La amabas a ella.
(...)
— Claro señora. Bien, claro María. Enseguida le hablo. ¡Es tu madre!
Corriste hasta el patio de la casa de Ruth para hablar con tu madre.
— Gracias. — Le dijiste agitada y le diste una pequeña sonrisa a tu mejor amiga.
— ¡Mamá!
— Me da gusto hablar contigo querida.
— A mi también mamá. — Sonreíste del otro lado de la línea.
— Tu padre y yo iremos a Londres por una semana. Tal vez un par.
La idea te emocionó, al fin pasarías tiempo de calidad con tus padres después de estar un año lejos de ellos.
— ¿Crees que podamos quedarnos en tu apartamento? Es decir. ¿Te molesta?
— ¡Para nada mamá! ¿Cómo puedes creer eso?
— Gracias, bueno, ahora tenemos que ir a hacer unos pendientes. ¿Vale? Te hablaré mañana.
— Marquen cuando vengan a Londres para desocupar la habitación.
— Si, gracias mi vida. Te queremos.
— Los quiero.
Colgaste y le diste el teléfono a Ruth, no dijiste nada, sólo te metiste a la casa.
— ¿Qué pasa? — Hizo que te sentaras en el sillón y luego ella también se sentó. Te puso una mano en la espalda y se inclinó para lograr ver tu cara.
— ¿De qué? A mi no me pasa nada. Ruth, es en serio.
— Júralo entonces. — Se cruzó de bazos y se recargó en el cojín. Ésta vez tu fuiste quien giró para ver su cara.
— Sólo tengo algo que decirte, y es que Cara es mi novia ahora.
Ruth se tapó la boca con la mano, pero aún así podías ver su sonrisa gigantesca.
— Me alegra que ella sea mi cuñada ahora. Y no Dylan.
Te levantaste, su comentario no fue el más apropiado en este momento.
— ¡Hey! ¿Estás bien? ¡Joder!
Veías todo borroso, y a Ruth intentando ayudarte a levantarte.
ESTÁS LEYENDO
Deep Eyes |Cara Delevingne|
Fanfiction... Tenías que admitirlo, jamás habias visto unos ojos tan hermosos, tan cautivadores. Ella era perfecta, pareciera que sus ojos le suministraran de pies a cabeza la belleza que te atrapaba... Enormes gracias de corazón a HarrySsmoke por hacer la p...