22.

1.6K 127 31
                                    

Después de aquella tarde/noche que estuvimos solos, las cosas cambiaron radicalmente.

De pronto parecíamos una pareja hecha y derecha, de hecho, no me disgustaba ni nada por el estilo, el problema venía en que aún éramos "amigos".

Dije que tendría la paciencia suficiente como para esperarlo e ir a su ritmo, pero juraba que ninguno de los dos necesitaba pensar más las cosas, o eso es lo que yo estaba esperando.

Aunque mi atención ahora estaba centrada en la respiración irregular de Pablo sobre mis labios mientras sujetaba con fuerza la manija de la puerta.

–. Ni que eso fuera a parar a la persona que entre aquí– Dije mientras lo observaba con una ligera sonrisa.

–. Nos da tiempo a fingir que seguimos buscando los elásticos– Se agachó para coger un cono y me miró con una mueca de tristeza falsa –. Uuh, no están–

–. Esto de besarnos aquí no me parece tan buena idea– Susurré mientras le acomodaba el cabello para dejarlo lo más presentable posible.

–. Yaa, pero es divertido– Trató de besarme nuevamente pero aparté mi rostro sin ser muy brusco.

–. Pero un día nos van a pillar– Necesitaba que me comprenda, me daba un poco de miedo que alguien se entere de lo que sea que seamos.

–. Mejor dime que no me quieres besar y ya– Lo miré atónito y negué rápidamente.

–. Pero...– Murmuré, aunque ni siquiera pude decir nada más ya que él abrió la puerta con los materiales en mano.

–. Mejor vámonos ya si tanto quieres irte– Lo tomé del brazo y volví a cerrar la puerta.

–. Ey ¿que te pasa? ¿en serio te enojaste?– Me miró seriamente pero no tardé en notar esa pequeña sonrisa que trataba de asomarse en su rostro.

–. Déjame y vámonos ya– Trató de finalizar disimulando lo mejor posible sus ganas de reírse.

Lo tomé de la cintura y lo empujé contra la puerta para cerrarla bruscamente y besarlo por última vez.

Soltó todo el aire que tenia retenido y se dejó llevar por la sensación, pero no le duró mucho ya que me alejé y abrí la puerta para poder irnos.

–. Ni siquiera sabes mentir– Dije con una sonrisa mientras llevaba los conos en una de mis manos.

Luego de haber sido reprendidos por habernos tardado un poco volvimos con la misma rutina de siempre, calentar y entrenar.

Mientras íbamos trotando sentí como alguien me estiró suavemente de la camiseta, era Ferran.

–. Oye ¿Gavi te ha dado una hostia o algo?– Lo miré confundido y negué con la cabeza.

–. No ¿por?– Pregunté con curiosidad.

–. Es que tienes los labios inchados, parece que te ha dado un guantazo en toda la cara– Me quedé helado por un momento ya que no habíamos calculado ese pequeño detalle –. ¿Has visto un fantasma o porque tan pálido?–

–. Eh... Pues ya sabes como es, le hice una broma y nos dimos un par de golpes– Solté una risa nerviosa para tratar de disimular la situación –. Pero todo de colegas–

–. Vale, vale, nada más preguntaba– Me empujó ligeramente hacia un lado y se lo devolví antes de seguir trotando.

Me quedé un poco intranquilo el resto del día, pero no me distraje ya que lo último que quería era recibir una queja de Xavi.

–. Oye ¿te vienes a casa a ver una película?– Dijo Ferran nuevamente cuando ya habíamos terminado e íbamos camino a los vestuarios.

–. Vale, voy a ir a casa y más tarde voy a la tuya– Él asintió –. Ya te alcanzo– Dije para quedarme a un lado de la escalera y esperar a que Pablo se apurara para bajar.

Limerencia [Pedri & Gavi]Where stories live. Discover now