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𓁹 frances luna 🐅
Últimamente la vida me ha tratado muy, pero demasiado, extremadamente mal, pero hoy parece ser la excepción. Leticia parecía estar harta de hacer mi vida miserable, y hoy está cariñosa conmigo.
Anoche, luego de que Iván se fuera, yo me preparaba para dormir, y ella maullaba para que la dejara entrar a mi cuarto. No lo hice, no quería volver a perder mi cama recién arreglada. Pero, más a la noche, estaba tan harta de escuchar sus maullidos y la dejé entrar.
Estaba un noventa y nueve por ciento dormida, y no pensaba bien lo que hacía. Dejé que entrara, y para mi sorpresa, no hizo nada malo. Al levantarme y verla acostada a mi lado, pude jurar que algo de mi pertenencia estaría tirado en el suelo, roto a más no poder, pero no.
Ella se había acurrucado conmigo como hacía con mi prima, lo que me ablandó mi corazón y se sintió como un abrazo al alma, realmente lo sentí muy bonito. Llevaba así toda la mañana, siguiéndome hasta al baño y buscando afecto.
— Leticia, ven. — la llamé, echándole un poco de agua en su platito.
Ella obedeció, sentándose a mi lado para esperar su comida.
— Estás amorosa hoy, gracias por tratarme bonito, al fin. — acaricié su cabecita mientras dejaba su platito de comida junto al otro. — Ya tienes para comer.
Me levanté del suelo con cuidado, no me quiero lastimar más la pierna. Caminé hasta la cocina para prepararme algo de desayunar.
Tenía ganas de algo dulce, así que me preparé unos panqueques con frutita. Mientras preparaba la mezcla de los panqueques le pedía a Siri que pusiera un poco de música, porque siempre necesito tener música puesta, para todo.
Mr. Telephone Man de New Edition empezó a sonar, haciéndome sentir en una película de drama romántico adolescente. Empecé a bailar y cantar mientras echaba la mantequilla al sartén, haciendo círculos con ayuda de la cuchara.
Hice el primer panqueque y busqué una espátula, dejándola a la izquierda del sartén para esperar que salieran unas cuantas burbujas. El humo ya se estaba haciendo presente, así que fui a abrir la ventana. Mi yo de hace unos días no lo hubiera hecho, pero Leticia ya aprendió que no debía salirse, creo que no le gustó dormir en una casa ajena.
La mezcla que hice fue más que suficiente para hacer los panqueques que tenía pensado, así que, para no tirarla, hice unos más pequeños.
