~¡Obedeceme! ~ Twilight // Emmett C.~ Seth C.

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-Que puedo decir.- Alex soltó una carcajada, todavía admirando el hermoso paisaje ante él, pero regresando para encontrarse con el oso al final del camino.- Debería haber sabido que me traerías aquí.-

Emmett se inclinó burlonamente.- ¡Por supuesto!-

-Tramposo.- Alex se cruzó de brazos y puso los ojos en blanco ante el hombre dramático.

Esto era todo y más con lo que alguna vez había soñado. Era sencillo, tranquilo y privado para ellos. ¿Qué más podría haber pedido?

-Gracias, Emmet.-

-No tienes que agradecerme. Haces lo suficiente con sólo estar a mi lado.- Dijo Emmett casualmente, levantándose en toda su altura y abrazando al chcio. Aunque intentaba que pareciera que no era gran cosa, el oso se alegraba de que su compañero estuviera contento con lo que él y los Denali habían reunido en tan poco tiempo.

Pero todavía no lo habían visto todo. Tomando su mano, Emmett guió a su compañero escaleras arriba y hacia el porche donde los esperaba la puerta principal.

Después de abrir la puerta, Emmett levantó al chico en sus brazos al estilo nupcial y cruzó el umbral, Alex se rió del comportamiento extra de los hombres.

-¡Cariño, estoy en casa! ¡Oh, ahí estás, querido! Ya en mis brazos.- El más alto bajó al pobre chico mientras este reía y empujaba los hombros de Emmett, riéndose cuando comenzó a interpretar su personaje, "Amor, ¿dónde están mis besos? ¡Te he extrañado tanto!"

-¡Emmett! Detente ~ ¡No puedo tomarte en serio cuando haces esa voz!-

-¿Qué voz?- El hombre actuó confundido; un acento inglés exagerado que resuena en el oso.- ¿Eh? ¿Qué voz? Oh, ¿esta voz?-

Alex no pudo evitar las risas que se le escaparon mientras intentaba alejarse del hombre que lo sostenía.

-¿No te gusta? ¡Pero cariño, te amo! ¡Te amo!- Mientras tanto, Emmett continuó interpretando su personaje, volviéndose cada vez más excéntrico.- Di que me amas. No te dejaré ir hasta que lo digas~

Alexander no pudo dejar de reír el tiempo suficiente para responderlo. Estaría llorando de risa si todavía estuviera vivo.

Emmett dejó de dramatizar y dejó que el chico se calmara antes de volver a ponerlo sobre sus propios pies. Permanecieron abrazados, sin soltarse todavía. Alex miró a su compañero, contento en sus ojos.

Sólo Emmett podía satisfacer y traer una sonrisa tan grande al rostro de su compañero. Tomó el rostro de Alexander entre sus manos y lo ahuecó justo debajo de su mandíbula y mejilla.- Dime que me amas, Ángel.-

-Te amo, oso.- Los ojos se clavaron en el hombre más grande cuando esas palabras fueron pronunciadas y Emmett no pudo evitar acercar al chico para darle un beso profundo.

No fue acalorado ni necesitado, pero sí lleno de todo lo que necesitaban decir. El uno al otro en sus brazos era suficiente y creían que nada podría arruinar este momento...

-Espero no interrumpir nada.-

-Maldita sea.-

-¡Eleazar!- Los brazos de Emmett repentinamente estuvieron vacíos cuando Alex se aferró al hombre que estaba parado en la puerta. Era como si estuviera abrazando el aire por la rapidez con la que el chico se le escapaba de las manos.

-Eleazar... ¿no podía darme unas horas más antes de aparecer?- Emmett hizo una mueca, girándose para saludar a su "primo'" del clan Denali, ahora sosteniendo a su pareja.

-Lo siento. No podíamos esperar a verlos a ambos.- Una risa dejó al pelinegro; Eleazar abrazando al vampiro más joven pegado a él.

Emmett parecía confundido por esa declaración.- ¿Nosotros?-