~¡Obedeceme! ~ Twilight // Emmett C.~ Seth C.

05~

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Alexander escuchaba desde su dormitorio en lo más alto de la casa. Una melodía lenta inundó los pisos mientras los dedos se movían sobre las teclas del piano uno tras otro.

Edward estaba tocando de nuevo.

Esme estaría tan feliz; ya podía ver a la mujer corriendo para escuchar más de cerca.

La musica de Edwards fue agradable, admitiría. Alex encontró paz en el trabajo que compuso el lector de mentes y pensó que su forma de tocar era una de las únicas cosas que no podía arruinar por completo.

Sin embargo, deja que Edward lo cuente; Emmett y Jasper estaban peor de lo que él podría estar, pero Alexander no estaría de acuerdo.

El favoritismo no te eximió de tus errores.

El niño suspiró cuando la música se detuvo y escuchó a Rose salir corriendo de la habitación hacia lo que él creía que era el garaje. Escuchó un suspiro audible de Malek antes de que el hombre la siguiera.

Esme le dijo a Edward que comenzara a tocar de nuevo.

Todo lo que Alex podía decir era que Rose probablemente se molestó por algo que Edward leyó en su mente. El tipo no conocía fronteras.

Al igual que parecía pensar que nadie sabía que se escabulliría por la noche para ver a la chica Swan.

Como un acosador.

Alexander pensó estas cosas en presencia del macho en muchas ocasiones y siempre recibía una mirada del otro, pero no puedes enojarte si es verdad.

Edward era un asqueroso.

-¡Peter y Sharlett vendrán de visita la próxima semana!- escuchó el cambio de conversación.

Peter y Sharlett eran amigos o más, familia de Jaspers después de él. Habían tomado la empatía después de todo el asunto de María hace mucho tiempo antes de que se convirtiera en un Cullen.

Edward estaba molesto por esto porque pondría a Bella en problemas, pero los dos nunca les habían dado problemas antes, por lo que Alexander estaba bien con venir de visita. Siempre y cuando fuera una visita corta.

Edward todavía estaba indeciso y sobre todo el asunto y odiaba la idea, especialmente después de que Alice le dijo que los dos llegarían el lunes.

-No, ¿estás listo?- Edward dirigió su atención a Emmett que se había estado relajando en el sofá.

-¿Pensé que nos íbamos por la mañana?- preguntó el más fuerte, confundido.

-Regresaremos el domingo a la medianoche. Supongo que depende de ti cuándo quieres irte.-

-Está bien, está bien. Solo déjame despedirme de Alex primero.- Dijo el oso, su expresión decía que estaba complacido pero nunca lo mencionó.

-Bien. Con el estado de ánimo en el que ha estado, será una despedida corta.- comentó Edward.

"Realmente te has vuelto loco, Edward." Emmett pensó mientras subía las escaleras.

Alex escuchó toda la conversación y dejó escapar un gruñido bajo de sus labios. El hecho de que Edward pudiera arreglar sus labios para dar órdenes a cualquiera hizo hervir su sangre.

Solo otra demostración de que nada de esto estaba bien y que había que hacer algo.

Y rápido.

Alexander todavía estaba en sus propios pensamientos cuando Emmett subió a la habitación del desván de los chicos, ocupando el ático.