Lecciones de una nerd [LDUN #1]

8. De espías y películas, pt. 2

Es la película más triste y hermosa que he visto en toda mi vida. Me duele profundamente mi corazón, tanto que desde la mitad no he parado de llorar y ni siquiera me he preocupado de Jake y su cita o el tipo extraño que me está mirando desde que inició la película.

¡Y no tengo pañuelos! He llorado a moco tendido todo este tiempo. Es la cita más triste que he tenido... ¡Y ni siquiera es mía!

—¿Te gustó la película?

La voz de Zoey me saca de mi sufrimiento. No suena como si estuviera triste y es raro porque todo el rato escuché a alguien chillar también.

—Pero Jake, no llores más.

Así que él era el llorón. Aprovechando que toda las personas se están yendo ya, miro a la parejita. Zoey está de pie estirando los brazos y Jake sigue sentado con la cabeza agachada, el ruido de sus sollozos suenan mucho más fuerte ahora que está tan cerca del micr'fono.

—No seas un bebé, deja de llorar —le digo.

—No finjas que tú no lloraste, te escuché.

Frunzo el ceño, ¿me lo dice a mi o a ella?

—¿Quieres que vayamos por helado para que se te suba el ánimo?

Ella toca su cabello con ternura. No puedo creer que el llanto haya funcionado y yo que pensaría que la situación sería al revés.

—Mmm sí —dice él, con un puchero.

Yo también quiero un helado, aun no me recupero de ese final.

—Pero la siguiente vez yo elegiré la película...

Solo espero que no me quiera en esa cita también.

Estiro mis manos al aire, no creo que Jake necesite mi ayuda por un buen rato. El papel del muchacho sensible le queda bastante bien y está causando mejor efecto del que yo esperaba.

—Hola.

Me giro, algo asustada porque no estaba pendiente del muchacho que se sentó al lado mío. Justo el mismo chico que me estaba mirando sin parar. Se acerca mucho a mi asiento, invadiendo mi espacio personal, espero que no se atreva a besarme y a tocarme con sus manos manchadas con Doritos.

—Eh... ¿hola?

No quiero ser grosera pero Jake y Zoey ya se fueron de la sala, y si Jake se va demasiado lejos sin mi perderé la señal y no podré ayudarlo más.

Alcanzo a distinguir la voz de Zoey preguntando si prefiere comer algo en vez de el halado, pero ya está comenzando a sonar un poco distorsionado por la distancia.

Me levanto, una sonrisa incómoda en mi rostro, no sé qué quiere el extraño más que mirarme de esa forma tan intensa. Miro mis zapatillas, que suerte la mía, estaba sentada y aun así mis agujetas se desabrocharon.

—Soy Trevor.

Levanto el cuerpo casi instantáneamente, la voz gruesa del chico me causó escalofrío. Esa no es una buena señal, mucho menos cuando cada vez había menos personas aquí y este sujeto no dejaba de actuar de esta forma.

—Summer —no sé ni para qué sigo respondiendo.

—Lindo nombre ¿quieres salir conmigo?

«Wow detén a tu vaca chico»

—Por supuesto que no.

Jake debió escucharme porque a lo que sea que Zoey estaba preguntándole, él le respondió exactamente lo mismo.