-Hazlo ahora Aziraphale...llama a Muriel- Crowley esperaba durar tiempo suficiente.
-Como sabes que...
-Muriel no estaba en la librería, y el campo de protección era tuyo, en cuanto lo toqué fuiste el primero en aparecer...eso sólo podía significar que tú fuiste y le indicaste algo a Muriel, y si somos honestos, ese angelito no destaca por su gran presencia, es más, si puedo decirlo su ventaja es pasar desapercibido, y eso lo habría sabido muy bien un ángel tan inteligente como tú...si Metatron tuvo que ejercer un milagro para controlarte significa que hiciste algo que le dió indicios de que no te quedarías por propia voluntad...
Aziraphale estaba atónito ante todo lo que Crowley había deducido tan rápidamente...y tan acertado en todo, aunque con detalles faltantes.
-Ahora llama a Muriel para que traiga lo que ambos sabemos que le pediste tomar...
-Como es posible? Yo Vi a Aziraphale cortándote con la espada - Metatron no podía moverse bien, aunque estaba paralizado aún podía ejercer cierta fuerza para someter los poderes de un arcángel y un demonio defectuoso
- Sólo tuve que hacer los movimientos adecuados en el momento correcto - Crowley espetó tranquilo
Aziraphale notaba que Crowley seguía escondiendo el rostro, pero debía atender las prioridades y llamar a Muriel. Unos segundos después se abrió un portal cerca de ellos, y Muriel asomó su cabeza con algo de temor.
-Pero tu herida era real- continuó Metatron
-Si...yo mismo la hice con las mismas garras que te retienen ahora...te preguntas por qué no pudiste verla hace un momento?...soy bueno para las ilusiones - Crowley no dejaba ver bien su rostro, pero se apreciaba orgullo en su voz
-Señor Aziraphale, aquí está el libro- Muriel con nerviosismo mostró un gran libro de tapas blancas y lisas, ligeros trazos dorados decorando las orillas y un título en la parte superior "Libro de la vida". - Pero sólo puede ser usado por alguien que tenga un rango y alto poder, así que no pude abrirlo- Muriel se movía con ansiedad, y luego sus ojos se detuvieron en Crowley, estaba ensangrentado, y parecía ser algo grave, pero cuando iba a mencionarlo, vio que él negó con su cabeza, como si pudiese leer su mente y le detuviera antes de decir algo innecesario.
Aziraphale soltó de una mano la espada, pasó su palma abierta sobre el libro y este se abrió, buscó a Metatron, y antes de hacer algo, miró a Crowley, a Metatron y a su alrededor, respiraba agitado, esto era definitivamente un asesinato, y siendo conciente de si mismo, le costaba llevar a cabo el borrarlo, pero ante su duda, unas garras oscuras rasgaron la hoja sin seguir esperando.
Metatron se volvió transparente poco a poco y finalmente desapareció. Acto seguido, Crowley exhausto se dejó caer al vacío, y Aziraphale se lanzó enseguida a detenerlo de una terrible caída, llevándolo suavemente a tierra.
Muriel sintió confusión y miraba hacia todos lados...por qué estaba ahí y qué acababa de suceder?
Al parecer al no haber existido Metatron, la guerra era una idea sin terminar que quienes estuvieron en contacto con él, habían olvidado cómo comenzaron a llevarla a cabo, así que al rededor del mundo, todo se detuvo, demonios y ángeles dejaron de pelear, algo había cambiado drásticamente la situación y al no haber intenciones claras, los portales y puertas entre cielo, tierra e infierno estaban, o desapareciendo, bloqueadas o sin poderse cerrar. Todo se había detenido tan de pronto, que nadie sabía cómo arreglar y acomodar las cosas. Simplemente no encajaba en su comprensión, y nadie se atrevía a dar un paso en falso.
Aziraphale pudo por fin observar a Crowley, sus heridas eran reales aunque no fueran infringidas por la espada, al menos no las que se encontraban en su torso, y aún sangraba por ellas, así que usó sus milagros para sanarlo. La culpa lo carcomía, porque aún en el último momento fue Crowley quien tomo la iniciativa y detuvo el desastre, le quitó la carga de matar, lo salvó aunque dijo que no había ido a hacerlo.
-Al final seguí siendo un cobarde...y dejé que esto te pasara- el ángel sollozó mientras sostenía a su amigo y sanaba las últimas heridas de su abdomen y pecho. Pero había unas heridas que no podía sanar, porque lo que las provocó era esa espada en llamas, y su poder destructor era irreparable...
Crowley realizó ligeros movimientos y comenzó a incorporarse lento. Su rostro mostraba heridas que sangraban, pero ya no de forma escandalosa.
-Lo siento tanto Crowley!- Aziraphale abrazó al demonio frente a él
-Está bien ángel, era un riesgo inevitable que tenía que tomar
- Pero...- el ángel soltó un par de lágrimas y sostuvo el rostro de Crowley en sus manos, mirándolo triste, con un aire de resignación. El sabía que Crowley tenía razón, era inevitable aquel suceso.
Aziraphale acarició el rostro de Crowley, pegó su frente a la de su compañero y suspiró- Pero ya no podrás ver las estrellas, las hermosas estrellas que ayudaste a crear, y que tú y yo sabemos que amas tanto
-Hm, lo sé...pero recuerdo muy bien cómo son, no necesito verlas para saber qué están ahí... Y siempre tendré las más hermosas estrellas mirándome a mí - Crowley abrió sus párpados, no había ojos amarillos, ahora sólo eran un par de cuencas vacías, pero él seguía sonriendo a Aziraphale, el cuál se había sorprendido un poco por lo dicho, y en sus ojos con aquellas pupilas de estrella se reflejaba el demonio frente a él.
La humedad de las lágrimas del ángel hacían brillar sus ojos, destacando aún más su mirada, y aunque Crowley no podía verlos, ya conocía muy bien esa imagen, así que pudo imaginar cómo lucía la expresión de Aziraphale justo en ese momento.
El demonio con sus ojos vacíos, cerró nuevamente sus párpados y lentamente besó los labios del ángel que lo sostenía, Aziraphale correspondió el beso aún lagrimeando. Pasaron unos segundos y se separaron despacio, con tranquilidad, ya no había que apresurarse ni tener prisa, ya todo había terminado y sólo quedaba acompañarse por lo que quedará de eternidad, con mucha menos humanidad en la tierra, pero aún así, con haber sobrevivido la guerra; una guerra que costó vidas, costó muchas lágrimas, costó incluso el equilibrio entre el cielo, la tierra y el infierno.
Crowley y Aziraphale sabían que ellos tenían responsabilidad en esto, pero ya habían sufrido y pasado por mucho, merecían un descanso, por lo que simplemente se encerraron en esa conocida librería, ese lugar que significaba un hogar seguro y sólo de ellos dos.
Fin
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Y aquí termina ☺️ espero les haya gustado y pues... gracias por leer y si dejan comentarios sobre lo que les pareció. También pueden pasarse a leer mi otro fic, y ojalá se me ocurran más ideas para nuevas historias jaja.
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If not for you
FanfictionBreve historia post temporada 2 de Good Omens Momento de inspiración y con drama. Los personajes no me pertenecen, yo sólo los tomé como una fuente de creatividad y escribí para darle un poco de continuidad a mi propia teoría de lo que podría pasar...
Parte 4 (final)
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