Road to victory

Capitilo 2

Oscar

Lando me empujaba fuera de la sala de McLaren  para encontrarme con la Mexicana, que estaba entrevistando a los pilotos que pasaban.

—Ve con tu ser amado—me empujaba.

Negue y me di la vuelta.

Tome un monster y lo eche a un vaso de mclaren.

—Corre se va a ir—me jalo del brazo.

Nos detuvimos a algunos pasos y caminamos esperando que nos pidieran entrevista.

—Chicos nos regalan un minuto—la castaña nos detuvo.

Nosotros nos vimos entre si y Lando miro su reloj asiendose el interesante y asintio.

—Tenemos a los McLaren, ¿como estan chicos?—Nos pregunto poniendole el microfono a Lando primero.

—Bien, bien—aseguro.

Me paso el micro a mi.

—Bastante emocionado por la carrera de hoy.

Ella sonrio.

Nos siguio haciendo preguntas relacionadas a la carrera.

—Y se acabo el tiempo—dijo el chico que estaba atras de la camara.

—Recuerdale lo de la salida—me recordo Lan.

Cuando vi que el chico bajo la camara.

—Ehh recuerdas lo de salir a tomar algo—dije casi tartamudiando.

—Oh si, al final de la carrera cierto—pregunto.

Asenti.

Mire su cara y tenia sus mejillas rojas por el sol, pude notar que tenia pecas y unos hermosos ojos verdes y labios rosados.

Creo que me detuve unos segundos en su labios que se veian apetitozos.

Agradezco que ella estaba distraida.

—Disimula—escuche que Lando dijo entre dientes.

Sacudi la cabeza y tome otro sorbo de monster, que agradezco que tenga la manguera o si no estoy seguro que hubiera derramado todo sobre mi.

La alarma de mi reloj empezo a sonar avisando que ya teniamos que ir a cambiarnos.

Mire la hora y arrugue la frente por un segundo.

—Bueno, te veo despues de la carrera, tenemos que irnos a ponernos los trajes—dije jalando a Lan de el brazo.

—Si adios—escuche decir a la chica.

Corrimos a ponernos los trajes y Stella nos estaba juzgando con la mirada.

—Chicos rapido.

Nos pusimos el traje y nos dieron la pequeña platica antes de salir a la pista.

Sali a tomar un poco de aire y me encontre a Maria jose que estaba en una llamada.

Cuando noto mi presencia giro y me regalo una hermosa sonrisa.

—Oscar.

—Maria jose—dije y ella solto una carcajada.

—Solo Majo por favor.

—Okey Majo.

Ella sonrio.

—Puedo abrazarte—pidio con las mejillas muy rojas.

O si, claro que si.

—Si claro, no tienes por que preguntar.

Ella se puso de puntutas y paso sus brazos por mi cuello, yo aproveche y le pase los brazos por la cintura, y pude notar que era pequeña.