WOLF IN SHEEP'S CLOTHING ━━ bella swan

CAPÍTULO CUATRO

WOLF IN SHEEP'S CLOTHING
capítulo cuatro

Nathaniel se reclinó en la cama, con las manos detrás de la cabeza. Vio cómo la espalda desnuda de Kate quedaba frente a él.

—¿Por qué no te tumbas y te relajas un poco? —sonrió. Ella le devolvió la mirada con una sonrisa oculta.

—Tengo hambre. —Él sonrió.

—Yo también. —Se estiró hacia delante y tiró de ella hacia atrás para quedar suspendido sobre ella. Ella le sonrió antes de que él soltara un aullido.  Nathaniel se incorporó de golpe, —bien, bien—. Levantó las manos en señal de rendición. Se levantó de la cama y empezó a vestirse cuando su teléfono empezó a zumbar. Kate miró el identificador de llamadas.

—Es tu hermano. —Kate se lo tendió para que lo cogiera. Agarro el teléfono, lo abrió y pulsó los botoncitos rojos para rechazar la llamada antes de tirarlo sobre la cama.

Por fin había terminado el día, pensó Bella mientras se dirigía a su habitación. Cerró la puerta y se puso rápidamente el pijama antes de meterse en la cama, después de haber hecho los deberes abajo. Mirando al techo, repasó los acontecimientos de su primer día. Los sucesos del almuerzo le vinieron a la mente cuando Angela y Lauren hablaron de los Cullen, especialmente del que aparentemente faltaba en el grupo.

Es de ensueño. Lauren se desmayó al hablar de él.

Compartió la primera clase con él, pero nunca lo vio. Pero era extraño, lo llamaron para que fuera a la oficina y nunca volvió a clase, al parecer su coche se quedó en la escuela. Recordó haber visto al otro, Edward, vino a clase a buscar a Nathaniel, no se dio cuenta de que estaba en su fila hasta que pasó a su lado. Nunca le vio la cara, sólo su postura rígida mientras se iba.

Nathaniel y Kate volvieron corriendo a la casa donde estaban reunidos los demás. Carmen y Elezar estaban de espaldas a ellos cuando entraron. Tanya levantó la vista con sus llamativos ojos cobrizos.

—Nathaniel. —Su voz dura—. Tu hermano ha venido a verte.

Carmen y Eleazar se movieron revelando a Edward con expresión pétrea.

—Tenemos que hablar —Nathaniel puso los ojos en blanco.

—Una llamada telefónica bastaría.

—Si respondieras el teléfono no estaría aquí. —Se quedaron mirándose en silencio antes de que Nathaniel esbozara una sonrisa sardónica, señalando detrás de él.

—Podemos hablar fuera. —Afirmó antes de darse la vuelta y salir por la puerta. Una parte de él no quería hablar con su hermano, pero no iba a faltar al respeto al Aquelarre de Denali durante su estancia aquí. Habían sido tan amables de darle un lugar donde quedarse y cazar en sus tierras que no iba a faltarles al respeto empezando una discusión con su hermano.

Después de alejarse lo suficiente de la casa para que no les oyeran, Edward habló.

—Ven a casa.

—No.

—Todos estamos preocupados por ti Nathaniel —Nathaniel lo miró con incredulidad. Rosalie y él nunca se llevaron bien, así que por lo tanto las cosas siempre estaban tensas con Emmett aunque se mantuvieran civilizados. La presencia de Alice le molestaba, pero Jasper le ayudaba, lo que había dado lugar a una improbable amistad entre los dos. Carlisle y Esme eran demasiado amables a veces.

—Eso es mentira. Diría que sería un alivio a menos que Tanya diera su palabra para sacarme de aquí. —Sintió que la verdad de su afirmación resonaba en Edward. Suspiró forzadamente— ¿Es por qué Kate y yo hemos vuelto a acostarnos? —Edward fulminó a su hermano con la mirada.

—Ustedes dos juntos nunca acaban bien. ¿No lo has aprendido ya? Casi pierde el control de sí misma...

—Más bien abrazándose a sí misma, —murmuró empezando a frustrarse.

—No está bien... —gruñó Nathaniel corriendo hasta detenerse justo delante de su hermano.

—No tienes nada que decir después del daño que te has causado a ti mismo. Tanto si eran monstruos como si no, has acabado con vidas, —gruñó—. Llevo limpio un tiempo Edward, sé los errores que he cometido, pero no vine aquí a arruinarlo todo como esperabas, ¡vine aquí para no matar a esa chica a la que más que nada preferiría chuparle la sangre antes que estar en su presencia! Y a quien decida tirarme no es asunto de Tanya ni de nadie pero sabes que creo que ella sigue de mezquina por el hecho de que la rechazaste y su hermana se queda con tu hermano.

—Suficiente Nathaniel —Edward empujó a su hermano, quien a su vez le devolvió el favor hasta que se lanzaron puñetazos y rodaron por el suelo. Nathaniel agarró la garganta de su hermano retorciéndole la mano cuando empezó a convulsionar. Cayó de lado sin dejar de retorcerse. Edward hizo un movimiento para ir a por Nathaniel pero acabó en el mismo estado, gimiendo de dolor. Nathaniel y Edward se miraron mientras se recuperaban del shock.

—¿Han terminado? —preguntó Kate con Tanya, Carmen y Eleazar detrás de ella.

—Sí. —Los chicos dijeron al unísono haciendo que se miraran de nuevo. Kate esbozó una sonrisa de labios apretados.

—Bien.