Capítulo 19

Depuis le début
                                    

Louis se preguntaba que tan correcto era mirar a Harry de la forma que comenzaba hacerlo.

Se preguntaba que tan correcto era que sus manos hormiguearan con impaciencia por acariciar sus rizos o que sus ojos azules fuesen a parar de vez en cuando en los brillosos y rosados labios del alfa. Que su mente se perdiera en cada pequeño lunar de su rostro, o en la sombra suave de sus pestañas, en sus manos grandes, en los anillos de sus dedos, en lo ancho de su espalda, o la tinta en sus tatuajes.

Se preguntaba que tan correcto era enamorarse de Harry Styles.

El purasangre mafioso, impredecible, infame y maldito.

Porque a pesar de ser su alfa, Harry traía muchísimas cosas consigo detrás. Y no todas esas cosas eran buenas.

Louis había leído sobre el clan de los purasangre por ahí, el nombre de Harry siendo uno de los principales encabezando la lista. Cuando leía las descripciones, las acusaciones y los actos cometidos simplemente se preguntaba si era que se trataba de la misma persona que él conocía.

Se preguntaba que tan dispuesto estaba él mismo a involucrarse en todo eso. A aceptar todo aquello.

Mafia. Asesinatos. Injusticias.

Todo eso y más era lo que había detrás del alfa.

Ese alfa con ojos suaves y cálidos, de rizos chocolate y sonrisa amable. De tacto cuidadoso y palabras bajas de voz ronca.

Ya no tenía más opción, Louis no quería tener más opción.

"Soy malo, pero no contigo."

Cerró el libro en sus manos y sus ojos fueron a parar al fuego que consumía la madera en la chimenea.

Quería evitar ser una mala persona, pero dudaba de lograr el cometido al haber aceptado su lugar a lado de Harry.

No deseaba ser una mala persona, pero recordar a esos omegas amordazados y temerosos saliendo de aquella casona, la chica rubia cayendo muerta delante de sus ojos, aquellos omegas llenando con su sangre un enorme cubo de agua, le hacían sentir que eso era lo que era, malo. Por haberlo ignorado.

Pero, ¿podía comentar? ¿podía hacer algo al respecto aún cuando apenas estaba haciendo un espacio en la vida del que se hacia llamar su alfa?
O quizás el mundo ya estaba muy jodido, y él simplemente tenía que aceptarlo.

A pesar de la incomodidad en su pecho, no sentía que estuviese en sus manos. El todavía no era nadie ahí.

Ni siquiera debería pensar meterse en cosas que no eran de su incumbencia. Él no podía hacer nada.

Sólo era el omega de Harry.

Sólo un omega más.

¿Cierto...?

[...]

Para su sorpresa, cierto alfa rizado apareció empujando la puerta de la habitación antes del anochecer.

Louis se encontraba mirando el cielo desde el ventanal principal, que por las cuestiones del clima frío, permanecía cerrado.

El omega observó al alfa sobre su hombro y él se veía como siempre.
Sonriente, impecable y con una pisca de algo más en sus brillantes ojos verdes.

Louis le regaló una sonrisa también, dándose la vuelta para observarlo de frente—. Hola —saludó por lo bajo.

Harry seguía sonriendo, permaneciendo con ambas manos detrás de su espalda en un gesto formal.

—Hola omega —le saludó también.

Louis ladeó la cabeza dudoso y parpadeó—. ¿Llegas temprano? —cuestionó.

Luna de Sangre Où les histoires vivent. Découvrez maintenant