Cuando los villanos se unen 🛐

Capitulo 8.2

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"Hermana, ah, inténtalo".

Damián de repente exigió abrir la boca en medio de

perder la fuerza y recibir sus manos. Sin pensar,

abrí la boca de par en par. Agarró mi barbilla y miró

a su alrededor.

"Porque puse mi pene demasiado profundo. Me

pregunto si había alguna herida.

Oh, por eso te dije que abrieras la boca."

Incluso en medio de esto, me avergonzaba de mí mismo por no tener nada más que pensamientos sucios. Aún así, era tan admirable que estaba

preocupado por su hermana, así que sonrió.

Belhark limpió cuidadosamente el semen que Damian vomitó con un pañuelo que había traído de alguna parte. Luego, saqué lentamente su pene, que

aún no había quitado, y lo saqué de debajo de mí.

"Puaj... Uf... ."

Cuando mi pene se cayó, dejé escapar un gemido sucio de nuevo cuando sentí que me frotaban la pared interior.

Después de sacarlo, sentí que mi abertura vaginal hormigueaba nuevamente cuando el semen que se llenaba dentro de él salía

rápidamente.

Mientras trataba de apoyar mi cuerpo exhausto en

la cama, el cálido cuerpo de Damian me tocó. Su

calidez me hizo sentir bien, pero en el momento en

que descubrí algo, me sorprendió.

"Ahora, espera un minuto... ."

¿Por qué estás de pie otra vez... ... ?

Ante mi voz avergonzada, Damian de repente se

alejó de mí. Y Belhark volvió a tomar esa posición, y

las posiciones de los dos cambiaron por completo.De pie con un arma larga y gruesa como un arma,

Damian, quien se sentó debajo de mí, me miró con

asombro y sonrió brillantemente con su

característica sonrisa angelical.

"¿De verdad querías comerte la polla?"

¿Entonces debes estar un poco triste? Me quedé sin

palabras para Damian, quien sonrió.

Gracias a ellos, ya hemos alcanzado nuestro tercer

pico. Pero, ¿qué más hacer aquí?

El semen de Belhark, que aún no había sido

escupido, fluyó en lágrimas, y la abertura vaginal,

que se había ensanchado hasta el límite, se contrajo

de nuevo y gimió.

Pero antes de que tuviera tiempo de decir nada,

puso mis dos piernas sobre sus hombros y llevó el

glande de vuelta a la vagina como si no le

importaran las huellas resbaladizas de Belhark.

"¡Ja ja! Acabo de Aser lo.. ."

"La discriminación es mala, hermana".

"Ups... Ahora espera... ... ."

Habló deliberadamente en un tono como si estuviera enseñando a un niño, y luego, sin previo aviso, empujó sus genitales hasta el fondo de mí.

"... Haaang! ¡eh!"

Fue el lugar donde Belhark llegó al clímax hace un

momento...

Nuevamente, la abertura vaginal se ensanchó hasta

el límite y se llenó.