~¡Obedeceme! ~ Twilight // Emmett C.~ Seth C.

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Rose y Malek ni siquiera pudieron saludar a sus hermanos cuando Carlisle exigió silencio. Se pararon cerca de la pared de Windows, esperando en silencio a que los otros tres chicos regresaran a casa.

Rosalie hizo un breve contacto visual con Alex, quien tenía una mirada bastante preocupada. Rompió el contacto visual casi de inmediato para enfrentar a Carlisle a su lado.

Ella anticipó de qué se trataría esta conversación. Y dada la falta de contacto visual por parte del chico, supo que él debía haberle contado todo al médico.

Pero no tiene nada de qué ser culpable. Esperaba que él se lo dijera a su padre para que ella no tuviera que hacerlo.

Todo lo que Alex decía siempre se tomaba más en serio que cualquier cosa que ella tuviera que decir.

Pero Alex no se sentía culpable por decirle a Carlisle en absoluto. Se alegró de informar al hombre de lo que estaba pasando ante sus narices.

El problema era la expresión del rostro del hombre.

Era una mirada que sólo había visto una vez y esperaba no volver a verla nunca más.

Esa mirada de traición y enojo.

La habitación estaba tensa mientras todos se sentaban en el borde.

Pero entonces se escuchó cómo se abría la puerta del garaje y unos pasos avanzaban lentamente por la casa.

No pasó mucho tiempo antes de que Alice, Jasper y Edward estuvieran parados en el umbral de la sala.

Edward parecía sombrío y ni siquiera intentó hacer contacto visual, con la cabeza inclinada, encontrando el suelo más interesante.

Jasper estaba sintiendo todas las emociones en la habitación y parecía tan enfermo como su hermano moreno. Ambos se alejaron de Alice, quien se mantuvo confiada en su lugar y fue a sentarse en el sofá.

Parecía demasiado confiada, pero probablemente había visto venir esta conversación, al igual que Edward podía escuchar todos sus pensamientos de preocupación al llegar a la casa o cómo Jasper fue bombardeado con todas sus emociones a la vez.

Carlisle miró fijamente a la chica mientras ella mantenía la cabeza en alto, esperando que él comenzara.

Sus manos se cruzaron sobre su regazo, contemplando exactamente cómo empezar.

-¿Que estabas pensando?- Le preguntó a la chica, apenas haciendo contacto visual.

Esme apoyó una mano en el hombro del hombre para consolarlo, Carlisle la tomó y la sostuvo cerca.

-No pensé que sería un problema.- dijo Alice en voz baja, lejos de la personalidad fuerte que estaba posponiendo.

-No pensaste que sería un problema.- Carlisle asintió, golpeando con el pie las tablas del piso de madera.- Pero tampoco pensaste en decírmelo.-

La chica de cabello duendecillo asintió ante la acusación del doctor. Echó un vistazo a sus hermanos, pero ninguno parecía tener la voluntad de hacer contacto visual con ella.

A excepción de Jasper, él no se dejó influenciar. Esta era su pareja y siempre estaría ahí en su momento de necesidad.

Sus miradas sólo se encontraron brevemente antes de que ella volviera a la conversación con el líder del aquelarre frente a ella.

-Te dije que no interfirieras.- Carlisle la regañó, su mirada dura y pétrea.- Te dije que dejaras que la naturaleza siguiera su curso.-

-¡La naturaleza tarda demasiado y ya estoy listo para que seamos amigas! Estás actuando como si estuviera tratando activamente de matar a la chica.- Alice no se atrevió a mirar a Edward porque sabía que probablemente le estaría disparando dagas en el costado de la cabeza. -Además es sólo una fiesta, en las fiestas nunca pasa nada malo.-