All Yuuji

he hit me || GoYuu

Advertencias: Contenido sensible, dubcon.

Empezó con un beso.

Uno suave y lento que supo a cielo.

Yuuji apenas había cumplido los quince años, y estaba próximo a ingresar a una nueva escuela. No estaba emocionado ni feliz, ya que tuvo que dejar a sus mejores amigos de la primaria; sin embargo, cuando volvió a ver al tipo con el que se había cruzado en el metro y quien lo había sostenido para que no cayera, una fuerte emoción se hizo presente en su estómago.

Satoru Gojo, como supo que se llamaba, sería su profesor y nuevo tutor. Un hombre tan alto y guapo que, a pesar de su actitud agradable y refrescante, lo intimidaba. Tenía veintiocho años, y estaba próximo a cumplir los veintinueve, pero eso no importó cuando volvieron a encontrarse en el mismo lugar al día siguiente e intercambiaron palabras, demasiadas y con excesiva confianza, como si se tratara de dos viejos amigos.

Los primeros coqueteos y cortejos fueron lindos, y alegraban cada uno de sus días, dándole una razón para asistir a la secundaria.

La emoción burbujeaba en su vientre, sus mejillas redondas se sonrojaban con violencia, y debía morder su labio inferior para ocultar su sonrisa de oreja a oreja.

Satoru era un adulto extraordinario, lleno de virtudes y acciones que sólo hacían que se enamorara con mayor intensidad. Soltero, sin algún familiar cercano presente, atractivo, gracioso, agradable y amable, suficientes adjetivos para hacer que quisiera pertenecerle, acompañarlo y acabar con la soledad de la que éste le había comentado que sentía.

No fue una sorpresa que aceptara rápidamente su propuesta de convertirse en novios formales, apenas a los tres meses de haberse conocido. Pero desde que lo hizo, todo mejoró.

Satoru fue más atento, lo recogía y lo llevaba al colegio, y a la salida, se encargaba de invitarlo a almorzar y regresarlo a su casa a salvo.

Yuuji estaba feliz.

Y no tenía alguna razón por la cual no estarlo.

Satoru seguía siendo el hombre de sus sueños.

♡

Luego de tres meses más de noviazgo, Satoru citó a su abuelo de manera formal en un restaurante. No pasó por su mente que la razón sería para pedirle que conviviera con él.

Prácticamente saltó de su silla cuando Satoru se lo propuso, pero toda su emoción se vino abajo cuando su abuelo se negó, recalcando que Yuuji aún era un niño, y que ya había hecho bastante con aceptar su relación.

Aquel día fue la primera vez que Yuuji pudo ver una nueva expresión en el rostro del albino, una que ciertamente lo dejó sin palabras. Molestia.

Sin embargo, las órdenes de su abuelo fueron pasadas por alto cuando éste fue internado en la clínica, por las complicaciones de su enfermedad.

Pero Satoru continuó siendo el hombre del que se enamoró. Acogiéndolo en su departamento de lujo, para evitar que se haga cargo del alquiler, y haciéndose responsable de todos los gastos de la clínica y medicinas de Wasuke.

Todo aún era bueno.

Las probabilidades de que su abuelo mejoraran eran bajas, pero no inexistentes, así que se encargaba de visitarlo a diario con una sonrisa grande, de la que el anciano se contagiaba.