Tan fuera de mi mundo y del tuyo (Saga Blue Axxes, Libro 1)

2. INDESCIFRABLE

Kerr

—Me ignoró como si fuera basura y no quisiera tocarla —repito, quizás, por tercera vez—. ¿En qué estaba pensando cuando me expuse de esa forma con ella?

—¡Por Dios, Kerran Benedek! "El chico gótico y oscuro que nada ni nadie le afecta"... ¡ahora llora por el rechazo de una don nadie!

—¡Cá-lla-te! ¿De dónde sacas esas estupideces? Tú, que eres el bufón de la clase... ¡Claro! ¿Qué más dirías? —expiro furioso, tirándole a Mike, el "tonto" de mi primo freaky, la caja vacía de los discos de vinilo de Iron Maiden que estoy acomodando.

—Claro que te afecta, Kerr. Mira cómo te pones por su causa. Hasta saliste con Ruth y Erika de la escuela solo para molestarla.

—Es que... sé que le importo. Ayer no dejó de mirarme, como yo a ella. Pero luego, cuando me decidí  a hablarle, "me corrió de su lado... como si fuera a abusar de ella".

—Es rara. ¡Déjala en paz! Es su problema —me aconseja Mike. Justo el muy hipócrita .

Pero... yo sé lo que tengo que hacer. Y vaya que lo haré.

...

(...) Y bajo un ingobernable impulso, había tomado una hoja de papel, para verter sus propios sentimientos.

De cuanto había escrito, nada debía ser revocado.

Él insistió en no haber amado a nadie más que a ella.

Ella nunca había sido suplantada.

Él ni siquiera creía haber conocido a ninguna mujer que la igualara. Eso se vio obligado a reconocer... Que había intentado olvidarla, y creía haberlo logrado, se había imaginado a sí mismo indiferente, cuando en realidad solo había estado enojado, y había sido injusto con los méritos de ella... porque esos mismos méritos lo habían hecho sufrir. El carácter de ella estaba ahora calificado en su mente como la perfección misma, en su encantador término medio de fortaleza y suavidad (...)

—Gracias, alumna Zarecky, por compartir su parte favorita de la maravillosa obra de Jane Austen, "Persuasión".

>>¡Bueno! ¿Quién sigue? Lawrence... por favor —sigue la profesora Beck.

Nos obliga a leer al azar a todos los alumnos, y en voz alta, ese aburrido libro de Austen que emboba a las chicas y harta hasta el cansancio a los chicos, como a mí, por ejemplo.

En general, las clases de literatura de la profesora Beck son asquerosamente aburridas y jamás les presto atención...

Hasta hoy, que la escuché a ella. Daken Zarecky, quien moría de vergüenza cuando la maldita de Beck la llamó al frente para que recitara la parte que más le había gustado de "Persuasión". Claro que en ese momento dio la impresión de cualquier cosa, menos de que le gustara el condenado libro. Lo supe al ver cómo su rostro palideció sin mirar al frente, solo pasó el pequeño espacio que dejaban las mesas, con la mirada clavada en el piso, siguiendo su camino al ¿matadero? Creo que deseaba desaparecer allí mismo, sin embargo, continuó tomando firmemente su libro y empezó a leer esa parte como si solo estuviera ella y nadie más.

Se veía tan tranquila y en paz en esos pocos minutos que había permanecido allá... como si se hubiera sumido en una profunda calma que nada más ella podía lograr.

Ahora, el que está embobado y para nada aburrido, soy yo... y ella es la única que lo ha logrado en mí.

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Daken

Ya van tres semanas desde que empecé la escuela y nadie me habla...

Me consideran "La Rara" del instituto Linch, a la que nadie se acercaría... a menos que, quisiera someterse al denominado "suicidio social", algo así como el fin de la popularidad y de la tan valiosa "mala reputación" que deben mantener a rajatabla...

Como Kerr Benedek, por ejemplo. Él no volvió a "molestarme" después de que prácticamente lo echara de mi lado como si fuera la propia peste. No obstante, hay algo que no ha dejado de hacer conmigo: inquietarme, incomodarme... hacerme estar fuera de mí, pendiente de lo que él hará.

Es demasiado intenso... La forma en que me mira casi todo el tiempo, ignorando mi presencia, pero observando toda mi rutina en la escuela. Incluso, en las salidas comenzó a verme extraño. Hasta hubo dos o tres oportunidades en las que lo vi hablando "muy animado" con su primo Michael, que también está en la clase. A Kerr parece no importarle mi presencia fuera del instituto tanto tiempo, como si yo esperara algo o a alguien. Sin embargo, algo me dice que solo está ahí para espiarme.

¿Qué quiere comprobar?

No lo sé. Pero no voy a darle cabida a sus juegos.

Él cree que soy débil y frágil. Tal vez, tenga algo de eso. Mas no soy estúpida.

Yo sé cómo son los de su calaña...

Si quiere de mí un nuevo blanco para sus burlas... eligió a la chica equivocada.