LOVE MAZE (Omegaverse/KookV)

CAP 21

La incertidumbre invadía a Taehyung. El no saber que hay más allá le daba escalofríos. Estaba solo, bueno, siempre lo estuvo.

Si a Taehyung le ocurriera algo, no habría nadie quien lo socorriera.

No conocía el camino, pero el azabache, antes de que sus caminos se dividan, le dijo que siguiera de frente y no pare hasta que se encuentre con el pueblo del reino del sur.

Recordando al azabache, Taehyung cayó en cuenta que era una de las personas que le contó sus temas más íntimos. A Dagu nunca le comentó que le hacían sus padres, porque Taehyung no creía o no cree que es algo malo. Dagu se daba cuenta por el mismo, cuando Taehyung iba al laberinto con muñecas ensangrentadas o cuando en la adolescencia se comenzó a odiar por ser Omega, cosa que él nunca se dio cuenta de cómo se describía a si mismo.

Miró al caballo debajo de él, su cuerpo de balanceaba de un lado a otro, ya que el animal caminaba.

El rey sigue reacio a tocar al animal, simplemente lo toma por las riendas y ruega llegar rápido. Mientras seguían el sendero se preguntó: ¿Qué tenía que hacer exactamente allá?

No es como si encontrará al asesino por esa pista, que de cierta manera se escucha ridícula. Por cada carta no ha encontrado nada que lo ayude a dar con su paradero.

Es como si solo estuviera jugando con él. Lo lleva de un lado a otro, pero nunca hay algo importante.

Era de momento de tenderle una trampa a esa persona, pero ¿Cómo?

¿Desde cuándo todo se volvió más complicado?

De hecho, en la vida de Taehyung no hubo más que problemas, desde que se presentó, todo fue caos. O talvez desde hace mucho antes que sea un omega.

¿El rey tiene buenos recuerdos?. Sí, pero son escasos.

¿Y malos?. Muchos.

Taehyung no tiene un pasado obscuro, sino un pasado con momentos desagradables. Solo eso ¿O no?

Pronto, unas risas se escucharon a lo lejos. Risas de pequeños niños. Taehyung cayó en cuenta de que estaba por entrar al reino del sur al verlos correr a cierta distancia.

Así que bajo del caballo y lo tomó de las riendas para guiarlo hasta la entrada caminando.

¿Qué pasaba por la mente del rey que no se dio cuenta que el sol comenzaba a esconderse?

Las calles estaban plagadas de vegetación. Y las risas y sonrisas de los infantes lo adornaban.

En su reino poco se veía la felicidad.

Mirando con melancolía como los pequeños jugaban, siguió con su camino. ¿A dónde? No lo sabe, pero lo que sí, ahora lo importante es conseguir un lugar en donde dormir.

Con el sonido de los cascos del caballo siguiéndole por detrás, se adentró por otro lado del pueblo, encontrándose con un lugar para beber y hospedarse. Con un ambiente un tanto hostil.

Haría lo segundo.

Nadie sabía que era un rey aquí, sin embargo, prohibido está decir o comportase como un Omega. No dudarían en reclamarlo como suyo.

Amarró las riendas de su caballo en el bebedero al lado del establecimiento para que el animal descansará, por consiguiente se adentró al lugar.

El olor de todos los presentes invadieron su olfato. La mayoría siendo alfas. No había rastros de omegas, ni betas femeninas.