Where is Shadow? 𝅛 Shadamy Boom.

────❪ ¿Quién es ese? ❫

—Amy, ¿que diantres? —un resumen rápido: La erizo rosa decidió que era mejor llevar a su némesis a su hogar que dejarlo a la deriva porque le pareció una maravillosa idea dejar a un maniático reposando en la comodidad de su sofá.

Obviamente, no lo hizo sola, un zorro de dos colas, que Sonic creyó que era un genio, la había ayudado.

—Sonic, se que esto se ve extraño, pero...

—¿¡Extraño?! Amy, ¡Esto es una locura! ¿Qué crees que va a hacer cuando despierte?

—¿Lavarnos el cerebro? —cuestionó Sticks, mirando con el entrecejo fruncido al morocho.

—Nos dará una muenda terrible. El no puede ver ninguna buena intención en las cosas, lo sé. —expresó con seriedad. No quería tener problemas de nuevo con ese erizo pinta gótico que tenía serios problemas de ira.

—Tranquilízate, Sonic. Lo mantendremos vigilado. A parte, tenemos algo en nuestro poder que puede ser conveniente. —de entre sus colas, saco la brillante esmeralda color índigo.

—Sí, podremos tirarsela en la cabeza cuando despierte. —opinó Knuckles, asintiendo con su cabeza.

—No vamos a tirarle nada a nadie. —dijo Amy, suspirando exhausta. Quizá no fue su mejor idea, pero al menos pudo ayudar a su enemigo en algo, y tal vez esa acción podría ser de gran ayuda para dar un paso a una tregua— Lo mejor es que vayan a descansar, yo me quedaré a cuidarlo.

—¡Espera!, ¿que harás si despierta y te ataca mientras tu estás con la guardia baja? —exclamó la tejón, mirando con desconfianza al erizo.

—No me va a pasar nada. Esta herido, no creo que despierte hasta mañana. Y si pasa algo, siempre puedo llamarlos. Además, es mejor que descansen para recuperar fuerzas.

—Concuerdo con Amy. Estaremos pendientes.

—Esta bien.

—Bueno, nos vemos, Amy. —despidió Sonic, sin más remedio que aceptar la opinión de los demás— ¿Quieres ir a comer algo, Tails?

—¡Si! —contestó Knuckles con emoción.

—Knux, dijo "Tails".

—¿Yo no soy Tails? ¡¿Viví engañado toda mi vida!?

Los presentes solo rieron, al tiempo que se retiraban de la casa de su compañera.

Amy suspiró exhausta una vez sus amigos se fueron, no podía creer que ese día hayan pasado tantas cosas. Dirigió su mirada hacia el erizo y al notar su respiración acompasada sonrio aliviada.

—Aunque... Siempre mantiene ese entrecejo fruncido, incluso durmiendo. —resaltó para ella misma— ¿Por qué será que es tan gruñón?

Negó con su cabeza, era mejor no entrometerse más de lo que ya estaba, no sabía si podía causar problemas si es que trataba de crear una amistad con ese erizo.

Se levantó del sillón en el que estaba y arropó al contrario con una manta.

—Buenas noches, Shadow.

Con esas últimas palabras, se encaminó hacia su recámara, dónde una vez se acostó se durmió casi de inmediato.

[...]

Al día siguiente todo transcurrió como de costumbre. Amy Rose, llena de energía por su gran descanso del día de ayer, hizo sus labores matutinas con la mente tranquila.

Cuando estuvo arreglada, salió de su habitación y se dispuso a hacer su desayuno para comenzar el día con el estómago lleno.

Sin embargo, al salir de su cuarto escuchó extraños ruidos en la sala, así que tomando su martillo, lista para el ataque, se enfrentó a lo que creía era una amenaza.