───❪ Prólogo ❫

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Una pintoresca y juvial mañana llegaba a los confines de la isla. El sol brillaba tan radiante como todos los días, como una costumbre sin fin. Y así como el sol hacia su presencia diaria, Sonic, el erizo super veloz, también se hacía de notar, corriendo de un lado a otro de manera hiperactiva.

Está vez, el azulado no pudo seguir su rutina habitual, si no que al enterarse que su pueblo estaba en problemas corrió a solucionarlo como el buen héroe que era.

—¡Ya llegué, chicos! —anunció su llegada con una sonrisa deslumbrante y despreocupada. Sus compañeros ignoraron su entrada y continuaron con su labor— Y luego quienes son los maleducados. —rodó los ojos y en menos de diez segundos los robots que los amenazaban, terminaron destruidos.

—¡Maldita rata! ¡Ya las pagarás cuando te presente a mi nuevo robot! —manifestó con arrogancia.

—¿El mismo robot que dices que me va a derrotar desde hace tres meses? —inquirió burlesco— Vamos, calvito, pensé que tenías algo de talento para crear máquinas en poco tiempo. Me siento decepcionado. —dramatizó con una mueca de tristeza, que reemplazo rápidamente con una carcajada al ver al humano rojo de la rabia.

—¡Dejarás de hacer chistes cuando estés siendo vencido por...!

—¿Pooor?

—Aún no tiene nombre... ¡Pero igual caerás rendido ante mí! —y sin más preámbulo el susodicho robot se presentó a la acción.

—¡Genial! ¡Otro robot gigante e inservible! —dijo con una alegría sarcástica, mientras se preparaba para atacar.

—No creo que debas subestimar este robot, Sonic. —afirmó su compañero a través del comunicador— Mi tecnología detecta una extraña energía alimentando esa cosa. Ten cuidado.

—No te preocupes, Tails, lo haré pedazos antes de que mueva un sólo dedo. —ignorando las advertencias de su amigo, Sonic corrió hacia el en un torbellino giratorio en busca de lastimarlo no logrando su cometido,  terminando metros lejos del gigante de metal.

—¡Iré tras esa creación monstruosa del gobierno! —gritó Sticks, tomando su vara con el fin de acabar con el nuevo invento o como ella lo conocía, un alien disfrazado de robot que lee mentes.

—¡Sticks, espera! —trató de detener Amy, pero fue demasiado tarde cuando la tejón también fue empujada fuera de la batalla— ¿Qué se supone que debemos hacer para derrotarlo, Tails? —preguntó, al cabo que con su martillo destruía los badniks de su alrededor.

—Desactiven lo que sea que le da energía, es imposible que siga funcionando sin una fuente constante que le brinde ese poder. —informó. Logrando, al mismo tiempo, destruir con su avioneta las demás creaciones de Eggman que acechaban por el aire.

Amy no tuvo tiempo de hacer otra pregunta al respecto cuando una nueva horda de enemigos robóticos la acechó. Luchó contra ellos, no pudiendo derrotarlos todos, hasta que de pronto, Knuckles llegó destrozando con sus nudillos a los que faltaban.

—Gracias, Knux. —sonrió la rosada.

—No es nada, siempre salvaré a todos aquellos que proclamen mi nombre.

—Yo no dije nada.

—Ahh, ¿Así que eso significa "proclamar", eh?

—Chicos, ¿Qué hacemos con el grandote? —preguntó el azulado, volviendo a la escena.

—Tails dijo que teníamos que eliminar lo que le da potencia a la máquina.

—¿Cómo? No puedo ni siquiera acercarme sin que me saque volando.

—Es fácil, sólo debes distraerlo y tomaré la batería de su espalda. —apareció de la nada el zorrito, asustando a los presentes— ¿Qué? Estuve aquí desde hace rato.

—Esta bien, ustedes hagan eso, Knuckles, Sticks y yo terminaremos con los demás badniks.

—Bien. ¿Listo, Tails?

—Claro que sí.

Y dicho y hecho. El vulpino junto al erizo volvieron a enfrentar al robot, esta vez Sonic corriendo en círculos con el pedazo de chatarra adentro, entre tanto el zorro volaba sobre el tratando de acceder al lugar donde se hallaba la pila que recargaba al robot.

—¡Oye, eso es trampa! ¡Abejabots, no permitan que la alimaña logré desactivar a...! ¡A cómo sea que se llame!

El calvito, negándose a perder, dificultó la tarea del ámbar, quien rodeado de las abejas casi terminó siendo herido de no ser por una ráfaga azul que lo saco a tiempo de los láseres que le apuntaban.

—¿Estás bien, amigo? —lo sostuvo entre sus brazos, sin dejar de correr para alejar a los polinizadores artificiales que aún los amenazaban.

—Sí. Va a ser más difícil de lo que aparenta. Me preocupa que la firma de energía que hay en el robot se parezca demasiado a la tuya.

—¿Y eso que diantres significa? —cuestionó, al tiempo que dejaba al menor cuidadosamente en el suelo.

—Significa que posee un poder igual o mayor al que tienes. —explicó, poniendo a funcionar sus colas, esquivando los disparos que les regalaba su archienemigo— ¿Recuerdas la vez que Eggman uso tu velocidad en tu contra?

—Sí, pero le gané cuando sobrecargue su sistema. —respondió con obviedad— Nadie puede soportar con esta belleza. —bromeó e imitó la acción de su amigo, defendiendose de los ataques dados.

—Bueno, es similar, pero no eres tú, es otra cosa. Necesito saber que es. Lo intentaremos de nuevo.

—Cómo digas.

De nuevo, volvieron a tratar de obtener el poder que surgía del hombre de metal. Sin embargo, apenas se acercaron cuando un destello de luz los cegó y los hizo permanecer en su lugar.

—Tienes mucha suerte, Eggman. —una voz fría asombró a los que se hallaban allí— Dame esa esmeralda si no quieres que recuerde y te haga pagar por todo lo que me has hecho hasta ahora.

—¿¡Shadow!?

Where is Shadow? 𝅛 Shadamy Boom.Tahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon