Capítulo #2 "Mi Jefe es un Maleducado"

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Luego de que mi padre se fuese, mi madre que nunca había trabajado se sacrificó por mí para que yo pudiera terminar mis estudios. Por ello, quiero convertirme en la mejor secretaria, trabajar duro y mejorar nuestra situación económica. Quiero que se sienta orgullosa de mí.

-No te preocupes mamá, estoy feliz con mi nuevo empleo. Y además, quiero ver las lágrimas de mi Jefe cuando le demuestre mi trabajo–sonriendo con malicia–.

Despierto temprano, son las 5:30 de la mañana y no entro hasta las 8:00. Me preparó para ir a correr por la comunidad, me encanta hacer ejercicio tan temprano; la ciudad está en completa tranquilidad. Ya cuando finalizo, son las 6:00. Voy directamente a la cocina por una taza de café, mi madre aún sigue dormida y decido hacerle el desayuno ensimismada en mi mundo.

-Buenos días, Cara–apareciendo repentinamente–.

-¡Ay, Mamá! Me has pegado un susto de muerte!–la regaño cariñosamente y le doy un beso en la mejilla–.

-Perdona mi niña–riéndose–.Voy a poner la mesa para el desayuno–tomando los cubiertos y los platos–.

Desayunamos mientras platicamos sobre nuestros planes para el día y vemos el noticiero. Termino rápidamente, para luego darme una ducha y vestirme para ir a la empresa. Estoy emocionada, no por ver a mi Jefe sino por comenzar mi jornada laboral. Sé que este empleo me brindará muchas oportunidades. Me hago un recogido en el cabello, me aplico polvo en el rostro y me coloco mis lentes. Opte por una falda tubo azul marino, una camisa formal y unos tacones bajos. Me despido de mi madre y voy directamente a la parada de autobuses. Son las 7:50 cuando llego a la empresa.

-¡Buenos días!–saludo a la pelirroja del vestíbulo–.

-Buenos días...–me responde de mala gana y sé que no me traga, por la manera en que me observa. Creo que es porque soy la nueva secretaria del "Playboy" más deseado de la empresa–.

Tomo el ascensor y llego de inmediato a mi planta. Sé que mi Jefe no ha llegado aún, pero comienzo enseguida con mi trabajo en mi escritorio frente a la puerta de Presidencia. Enciendo la PC y voy a su oficina para buscar los cuadernos. Ya a las 10:00 tengo listo todos los cuadernos, los documentos para la reunión de hoy y envíe las cartas de notificación e invitaciones. Coloco en el despacho junto a los cuadernos el material. Limpio un poco la oficina, y estoy satisfecha con el resultado; al parecer, el "latin lover" no tiene tiempo para organizar. Me dirijo a mi escritorio y me siento en mi silla.

-¡Oh!–se me caen al suelo unos documentos y me inclino a recogerlos. Cuando siento una mirada penetrante en mi nuca, me enderezo y me sorprende la mirada fría de mi Jefe–¡Buenos días!–le digo sonriéndole amablemente–.

Lleva puesto un traje gris de marca, camisa blanca, un Rolex y su cabello esta peinado descuidadamente. Huele muy bien...Pero eso no me distrae de su actitud arrogante.

-¿Tiene todo listo para la reunión de las 12:00?–me responde fríamente–.

-Sí, Señor–asiento y le entrego una carpeta con toda la información–.

Por lo menos, ¿podría saludar, no? Es un MALEDUCADO. Suspiro para mis adentros...Camina rápidamente hacia su despacho y yo le sigo de cerca. Abre la puerta y se detiene en seco, y yo me topo con su ancha espalda.

-Discúlpeme...

Observo su rostro impasible y su mirada recorre toda la oficina, se dirige al escritorio y se sienta con elegancia.

-¿Ya termino con esto?–mirando los cuadernos con sorpresa disimulada–.

-Sí, señor Blumer–sonrió–.

Un punto para mí, señor Blumer... Río para mis adentros. Él toma los documentos y los repasa para la reunión, mientras me quedo frente a él sin decir nada. Veo como su dedo índice roza sus labios y su mirada recorre la carpeta para la reunión.

-Señor Blumer–carraspeo un poco–¿puede consultar la agenda de hoy por favor? Necesito una confirmación suya.

-Ujum...

-A las 12:00 tiene la reunión general, a las 3:00 el señor James Khors viene a verle, y a las 4:00 tiene una comida con su hermano.

-La comida la cancele–me dice cortante–.

¿Puede ser un poco más amable? ¿Es POSIBLE que lo sea? Y, ¿por qué tiene que su familia sacar una cita para verle?, pienso exasperada.

-Por supuesto, ahora lo anoto. ¿Necesita algo más?–disimulando mi desconcierto–.

Se gira y me observa inquisitivamente, esos ojos me perturban.

-Mañana tengo una reunión, necesito que haga copias y ordene en folletos estos balances–señalando unos documentos–.

-Sí.

-También, ordene estos balances de los últimos tres años.

-Entendido.

-Y... Envíe algo lindo a esta amiga mía–sonriéndome con malicia y tendiéndome una tarjeta con los datos–.

"Amiga", ahora así se le dicen... Este hombre, ¿no se cansará de esa vida libertina? Tomo la tarjeta.

-¿Quiere un café o algo de tomar? Antes de retirarme.

-Por ahora, no–me responde y vuelve a dirigir su atención a la carpeta–.

Me dirijo con todo lo requerido a hacer mi trabajo, ya a las 11:30 mi estómago ruge por lo que me dirijo a la cafetería de la empresa. Llego justo para la reunión y durante esta mi Jefe no deja de mirarme. Agradezco al cielo porque termino de inmediato y me voy casi corriendo a mi escritorio para terminar todo lo requerido.

Ya son las 9:00 cuando termino. El Presidente aún sigue en su oficina, no ha salido desde la reunión y eso me tranquiliza. Aunque ahora tengo que entrar en ese despacho y soportar esa mirada escalofriante. Toco su puerta y entro.

-Necesito que me confirme esto–tropiezo y caigo en su regazo–. P-perdone...–¿Seré tonta? Me acomodo rápidamente y le entrego los documentos–.

Toma los documentos sin dejar de posar sus ojos en mí y con una sonrisa maliciosa.

-¿Ya ha caído a mis encantos?–sonriendo burlonamente–.

¿Será engreído? Ignoro su comentario y rápidamente me acomodo.

-Es lo último que me pidió el día de hoy. ¿Desea algo más?

-No, puede retirarse.

-Entonces me marcho, que pase una excelente noche.

-Vaya con cuidado, señorita Greace.

Cierro la puerta tras de mí y me dirijo a mi hogar. Tomo un taxi porque ya los autobuses no pasan a esta hora. Llego cansada a casa, mamá al parecer está dormida porque las luces están apagadas. Me doy una ducha y caigo rendida en la cama sin dejar de pensar en una mirada que me pone de los nervios.

 Me doy una ducha y caigo rendida en la cama sin dejar de pensar en una mirada que me pone de los nervios

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*Nota Aclaratoria: Está historia es una adaptación del manga "My Midnight Secretary".

My Boss is a Vampire!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora